La ministra de Sanidad y Consumo, Elena Salgado, ha señalado que a medio plazo «podría contemplarse perfectamente» modificar los impuestos del tabaco, el alcohol y los hidrocarburos para incrementar los fondos que se destinan a la sanidad pública, ya que «lo razonable» para un sistema que se financia con impuestos es que «esa mayor financiación venga también de mayores impuestos, en el ejercicio de una mayor corresponsabilidad fiscal de las administraciones territoriales».
Sin embargo, Salgado descartó que puedan adoptarse «medidas que atienden al corto plazo», como por ejemplo el cobro de un euro por receta por consulta. «Un euro por consulta se asimila por el sistema con una absoluta rapidez y sólo frena la asistencia al médico de las personas más necesitadas», señaló.
Sin embargo, para la ministra «podría considerarse más sensata la idea de modificar los impuestos sobre tabaco, alcohol o gasolina». Así, dijo, «podría entenderse que los impuestos sobre la gasolina no sean soportados directamente por las personas más necesitadas».
Sistema sostenible
Utilizar impuestos como los del tabaco y alcohol para financiar la sanidad «es una alternativa que podría perfectamente contemplarse en el medio plazo, desde luego no ahora», incidió Salgado mientras subrayaba que, en todo caso, Sanidad no es el ministerio responsable en materia fiscal. «En todo caso, tenemos entre todos la obligación de ver cómo el sistema es sostenible.
La sostenibilidad dentro del SNS a medio plazo es un problema que afecta a todos y, por tanto, es necesario, con tranquilidad, iniciar ese debate. Un sistema que se financia con los impuestos, lo razonable es que, si se necesita más financiación en algunos casos, esa mayor financiación venga también de mayores impuestos. Sobre eso nos parece que los ciudadanos tienen que estar convencidos», añadió.
