La mayoría de los problemas de seguridad y de los fraudes cometidos por los ciberdelincuentes se originan por medio del envío de mensajes no solicitados o «spam», a tenor de las quejas recibidas en la Asociación de Usuarios de Internet (AUI), que recomienda la instalación de filtros en los equipos.
El «spam» es lo que más preocupa a los internautas, según la AUI. La asociación calcula que, contabilizando sólo el tiempo que cada empleado tarda en librarse de él (toma como base 30 mensajes basura cada día), supone un gasto para las empresas de 3.600 euros por trabajador y año. La falsificación de páginas web para robar datos bancarios es el segundo contratiempo que más inquieta a los usuarios.
De las más de 8.000 denuncias enviadas por los usuarios a la AUI, el 63% se refieren a problemas derivados del acceso a Internet y el resto se deben a actividades fraudulentas. De estas últimas, la más frecuente es el robo de identidad. Este se produce «cuando alguien utiliza la información particular de otra persona, sin su autorización, con fines fraudulentos o para cometer otros delitos en su nombre», explica el presidente de la AUI, Miguel Pérez Subías.
El «phishing», que consiste en enviar de forma masiva mensajes de correo con los que se intentan robar los datos confidenciales del usuario, es una de las estafas más frecuentes para robar la identidad de una persona. La apariencia más habitual de los mensajes de «phishing» es la de un correo supuestamente enviado por un banco, el cual pide al usuario que confirme sus claves de acceso a la entidad financiera en Internet.
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) es el organismo que más iniciativas ha emprendido para combatir este problema, sin embargo a veces la ley impide actuar cuando los correos provienen de un país extracomunitario.
