Murcia consigue disminuir la incidencia de la plaga de la oruga del taladro del maíz en plantaciones de pimiento

Para ello se han empleado técnicas de confusión sexual que dificultan el apareamiento de esta especie
Por EROSKI Consumer 18 de julio de 2011

La Consejería de Agricultura y Agua de Murcia ha conseguido disminuir la incidencia de la plaga de la oruga del taladro del maíz (Ostrinia nubilalis) en plantaciones de pimiento en invernadero mediante técnicas de confusión sexual. El director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, aseguró que esta iniciativa «es un ejemplo para otras regiones productoras de Europa, de cara a la correcta aplicación de los principios de la Directiva de Uso Sostenible de los Plaguicidas», entre cuyos objetivos destaca el de minorar los posibles efectos negativos que puede tener el uso de productos fitosanitarios en el medio ambiente, así como en agricultores y consumidores. Al mismo tiempo, propicia el uso de alternativas no químicas.

La campaña experimental contra la oruga del taladro del maíz abarca una superficie superior a las 900 hectáreas, distribuidas entre una decena de entidades asociativas donde participan más de 200 agricultores. La iniciativa, cuyo coste oscila entre 180 y 220 euros por hectárea, corre a cargo del Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería murciana, en colaboración con la empresa CBC Iberia y las distintas entidades de producción y comercialización de pimiento de carne gruesa de la zona del Campo de Cartagena.

La técnica empleada se basa en unos pequeños difusores de goma que contienen una carga de feromona que se dispersa en el interior del invernadero. Los difusores se colocan de forma homogénea a razón de 500 a 700 unidades por hectárea, según su diseño, altura del invernadero, aperturas para ventilación, densidad del cultivo, así como de la persistencia que se pretenda alcanzar, explicó la Consejería de Agricultura. Al aumentar de forma considerable la carga de feromonas en el interior del invernadero, se dificulta la localización de las feromonas naturales que producen las hembras y, en consecuencia, los machos no pueden localizarlas para lograr su apareamiento.

Los primeros resultados obtenidos de la presente campaña apuntan que los daños producidos en los frutos son menores que en campañas anteriores, incluso en parcelas fuera de estos ensayos, lo que puede estar motivado por el gran número de terrenos de cultivo que se han acogido a este sistema, señaló la Consejería. Para García Lidón, esta solución «representa una gran ventaja respecto a los tratamientos químicos convencionales, ya que facilita la instalación de insectos beneficiosos que, una vez liberados, pueden contribuir al control de otras plagas». Además, «el beneficio para los productores es mayor, debido a que se reduce el empleo de productos químicos», añadió.

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