Más de la mitad de la población mundial depende del arroz como fuente alimentaria. Por ello, no es de extrañar que la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) haya declarado 2004 Año Internacional del Arroz, a petición de Filipinas.
Bajo el lema «El arroz es vida», la agencia de Naciones Unidas pretende profundizar en las posibilidades que este alimento ofrece para erradicar la desnutrición que padecen 840 millones de personas en todo el mundo.
En los últimos años, el cultivo de este cereal ha experimentado un retroceso debido, entre otras cosas, al deterioro medioambiental, lo que ha generado alarma entre las distintas organizaciones agrícolas y gobiernos. Y es que alrededor de mil millones de personas trabajan en la recolección del arroz, de las que cuatro quintas partes son pequeños agricultores en países pobres.
Con motivo de este Año Internacional, la FAO tiene previsto celebrar varios actos e iniciará acciones destinadas a invertir la tendencia decreciente del cultivo de arroz. Así, el próximo mes de febrero celebrará una conferencia mundial sobre este cereal en Roma. En este encuentro se presentarán propuestas para el desarrollo de sistemas de producción sostenibles.
Asimismo, el organismo internacional creará un departamento específico interno que se dedicará a mejorar la seguridad alimentaria y la gestión de los recursos, aumentar la productividad, proteger el medio ambiente y colaborar con las diferentes organizaciones y gobiernos de los principales países productores de arroz.
Por su parte, el Banco de Desarrollo Africano ha concedido 37 millones de dólares para un programa que promueve la producción de especies de arroz africanas cruzadas con los tipos asiáticos de alto rendimiento.
