Bruselas autoriza una variedad de semilla de colza transgénica

Los ecologistas piden a los Estados miembros que impongan prohibiciones nacionales sobre este producto
Por EROSKI Consumer 1 de septiembre de 2005

La Unión Europea (UE) ha dado el visto bueno a la comercialización de una variedad de semilla de colza modificada genéticamente desarrollada por la multinacional Monsanto. Se trata de la cuarta autorización de un transgénico desde que el año pasado se pusiera fin a la moratoria «de facto» sobre estos productos vigente desde 1998.

Esta semilla, conocida como GT73, está diseñada para resistir al herbicida glifosato. Se empleará en alimentación animal y en procesamiento industrial, pero no para el cultivo. La autorización es válida por 10 años.

Hay que recordar que la UE emitió en junio una autorización de esta variedad por error, pero la retiró rápidamente. El motivo fue que el Ejecutivo comunitario no había estrechado bien la formulación sobre la responsabilidad de vertidos involuntarios de semillas durante el transporte, el almacenamiento, la manipulación general y el procesamiento de la GT73. Ahora se han incluido unas pautas no vinculantes que Monsanto deberá seguir para distribuir esta semilla en la Unión.

Los grupos ecologistas han criticado la decisión de la UE de autorizar este organismo transgénico y han pedido a los Estados miembros que impongan prohibiciones nacionales sobre el mismo.

Críticas ecologistas

Algunos grupos ecologistas han criticado la decisión de la UE de autorizar este organismo transgénico y han pedido a los Estados miembros que impongan prohibiciones nacionales sobre el mismo.

El grupo Los Verdes/ALE del Parlamento Europeo ha recordado que no se ha demostrado que esta colza sea totalmente segura. El producto ha sido aprobado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, pero, según el grupo parlamentario, sin contar con estudios científicos verdaderamente solventes. Esto explicaría, en su opinión, que hasta 13 Estados miembros se opusiesen a la comercialización y otros seis se abstuviesen en el debate sobre la colza GT73 que el Consejo de Medio Ambiente celebró el pasado diciembre.

«La decisión no sorprende en la medida en que la Comisión Europea sigue confiando ciegamente en la opinión de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y en los estudios supuestamente científicos de sociedades multinacionales de las que Monsanto forma parte», afirma la eurodiputada verde francesa Marie-Anne Isler Beguin.

Para Helen Holder, de Amigos de la Tierra, el Ejecutivo comunitario «no sólo ignora la opinión de 19 ministros de Medio Ambiente y los recientes hallazgos científicos, sino que además permite a Monsanto decidir sobre la contaminación de nuestra naturaleza».

Greenpeace, por su parte, denuncia «la manera antidemocrática con que la Comisión pretende imponer los transgénicos a los consumidores europeos».

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube