Advierten de que la banana desaparecerá en 10 años si no es alterada genéticamente

Esta fruta alimenta a más de 500 millones de personas en Asia y África
Por EROSKI Consumer 17 de enero de 2003

La banana se extinguirá en un periodo de diez años si no se crea un híbrido genéticamente modificado que combata la «Sigatoka negra», una enfermedad que pone en peligro plantaciones de Centroamérica, África y Asia, según un estudio publicado ayer.

Los expertos aseguran que la «Sigakota» es imposible de erradicar. «Tan pronto como se obtiene un nuevo fungicida, la enfermedad desarrolla una mayor resistencia», señala Emile Frison, uno de los redactores del estudio y director de la Red Internacional para el Perfeccionamiento de la Banana y el Plátano (INIBAP), con sede en Montpellier (Francia).

En opinión de este especialista, reemplazar la banana «Cavendish» -variedad dominante en la actualidad- por otra más resistente mediante la ingeniería genética, es la única respuesta posible para evitar que dicha enfermedad acabe con esta fruta.

No obstante, Ronald Romero, director de investigación de la compañía bananera Chiquita, afirma, en relación a la opción de cultivar nuevas variedades, que «hemos apoyado el programa de nuevos cultivos durante 40 años, pero no ha sido posible desarrollar una alternativa a la banana Cavendish».

Estériles y sin semillas

Las bananas comestibles son estériles y carecen de semillas, por lo que no resulta fácil obtener nuevas variedades mediante métodos naturales, según el estudio, publicado por la revista británica «New Scientist».

La única variedad de banana que excepcionalmente contiene semillas, y muy duras, lo que la convierte en no comestible, es la salvaje o «Musa acuminata», una fruta gigante que crece en la jungla. Muchas de estas bananas son resistentes a la «Sigatoka negra» y los científicos se centran en su estudio para diseñar un tipo transgénico de esta fruta, que alimenta a más de 500 millones de personas en Asia y África.

Evitar la desaparición de la popular banana mediante biotecnología resulta muy costoso y no convence a los que la cultivan, porque temen que el consumidor rechace el producto alterado genéticamente y que su sabor sea más parecido al de una manzana.

En la década de los 50, otra enfermedad llamada «Panamá» acabó con la entonces predominante variedad de bananas, denominada «Gros Michel», que posteriormente fue reemplazada por la citada modalidad «Cavendish».

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