Diferencias entre la leche de vaca y la leche materna
La leche de vaca nunca se introducirá antes del año, y cuando se incluya en la dieta, deberá ser entera, dado su aporte de vitaminas liposolubles (A, D, E), grasas y otros nutrientes de gran importancia funcional.
- Autor: Por maitezudaire
- Fecha de publicación: viernes 14 noviembre de 2003
¿En que se diferencian la leche materna y la
leche de vaca?
La leche de vaca es mucho más densa en nutrientes, salvo en hidratos
de carbono, que la de mujer. Esta característica global hace que, en
su forma natural, no sea apta para la alimentación en los primeros meses
de vida.
Proteínas
La diferencia entre la leche de vaca y la humana radica en que la leche de vaca
contiene más proteínas; caseínas y beta-lactoglobulina.
Esta última proteína es un potente alergeno (sustancia capaz de
producir una reacción alérgica) para los bebés. Además,
presenta una gran resistencia a la digestión ácida del estómago,
de manera que es probable que atraviese el intestino sin ser digerida.
La leche materna contiene la mitad de proteínas, tiene menos caseínas,
por lo que precipita en finos grumos en el estómago, siendo más
fácil de digerir (no coagula). En cambio, la leche de vaca forma un coágulo
grande que es difícilmente atacado por los jugos gástricos. Además,
la leche de mujer contiene otras sustancias proteicas que favorecen la digestión
y absorción de las grasas y que tienen acción bactericida.
Hidratos de carbono
En la leche materna el principal hidrato de carbono es la lactosa, presente
en mayor cantidad que en la leche de vaca. Este azúcar es transformado
en ácido láctico por la flora intestinal, lo que favorece la absorción
de calcio, hierro, fósforo y otros minerales. Su concentración
no varia a pesar de las modificaciones dietéticas y las condiciones nutricionales
de la madre. El resto de azucares de la leche materna (oligosacáridos)
favorecen el crecimiento de Lactobacillus bifidus, bacterias que generan
un medio intestinal adecuado que inhibe el crecimiento de determinados microorganismos
patógenos.
Lípidos o grasas
Son la principal fuente energética de la leche materna. El contenido
en lípidos de la leche materna varía de una mujer a otra, de una
toma a otra, siendo más rico al final de la mañana y al inicio
de la tarde, dentro de la misma toma (contiene 4 veces más de lípidos
al final de la toma) y aumenta a lo largo de la lactancia. En general, la leche
materna es más rica en grasas que la de vaca, y más abundante
en ácidos grasos insaturados, los cuales ejercen un papel importante
en el desarrollo del sistema nervioso. Por otro lado, la leche materna contiene
más colesterol que la de vaca, lo que se traduce en una menor síntesis
endógena de colesterol.
Vitaminas
La leche materna contiene las vitaminas en la concentración adecuada
para los bebés. Una salvedad es la vitamina D, que debe administrarse
como suplemento de modo sistemático para favorecer la absorción
y fijación del calcio.
Minerales
La leche materna es tres veces menos rica en minerales que la leche de vaca,
en especial en sodio, lo cual impide una sobre carga renal en el lactante. El
contenido en calcio y en hierro es menor, pero su absorción es mejor
o más eficaz. No obstante, el hierro también debe administrarse
en forma de suplementos, para cubrir satisfactoriamente las necesidades del
lactante de este mineral esencial.
Otros componentes diferenciales
La leche de mujer tiene lisozimas y factores de crecimiento que favorecen el
equilibrio de la flora intestinal, además le transfiere inmunoglobulinas
que le proporcionan protección inmunológica.