El maíz transgénico «Bt-11», cuya comercialización ha sido autorizada esta semana por la Comisión Europea, no se venderá en el continente, según Syngenta, el grupo agro-químico suizo que lo fabrica. «La decisión de la Comisión no tiene impacto financiero en Syngenta porque el producto no será comercializado», indicó el presidente en Europa de esta multinacional, André Going, al diario francés «Les Echos».
El directivo destacó que el visto bueno de Bruselas «reconoce la seguridad y la inocuidad de nuestro producto, que es lo más importante para nosotros».
Sin embargo, Going explicó que Syngenta espera obtener la autorización para el cultivo del maíz «Bt-11» destinado a la alimentación animal, y que, con ese objetivo, el grupo «ha hecho una demanda» que concierne «tanto al maíz dulce como al maíz en grano».
«Pero no tenemos intención de comercializar el maíz transgénico en Europa en tanto que los industriales transformadores no lo deseen», precisó el presidente de Syngenta, para quien el desarrollo del mercado europeo de las biotecnologías vegetales «llevará tiempo».