El Reino Unido aprueba por primera vez el cultivo de maíz transgénico con fines comerciales

El Gobierno británico desoye así las críticas de las asociaciones de consumidores y ONG's
Por EROSKI Consumer 10 de marzo de 2004

El Gobierno del Reino Unido aprobó ayer el cultivo de maíz transgénico con fines comerciales y desoyó así las críticas y advertencias que en los últimos días varios grupos de presión, desde asociaciones de consumidores a organizaciones no gubernamentales, habían lanzando en un intento de frenar o, al menos, de posponer esta decisión. Es la primera vez que se autoriza en este país la plantación de un producto genéticamente modificado.

De momento, sólo Inglaterra se verá afectada por esta medida, ya que las administraciones de Gales y Escocia han decidido mantener sus áreas de influencia libres de cultivos transgénicos. La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento británico, que había solicitado también al Gobierno que reconsiderase su posición, calificó la decisión de «irresponsable». Y es que pocos han salido en defensa del Gobierno. Sí lo ha hecho el Consejo para la Biotecnología Agrícola, un organismo creado hace dos años para proporcionar un foro de debate en torno al tema en el Reino Unido y del que forman parte empresas como BASF, Bayer CropScience o Monsanto.

El presidente interino de este organismo, Julian Little, alabó la decisión del Ejecutivo y comentó que no hay motivo para la preocupación porque la medida viene respaldada por «25 años de investigación en todo el mundo y 15 y cuatro años de pruebas en campos y distintas granjas agrícolas del Reino Unido, respectivamente». Pero si la opinión pública británica era reticente a los transgénicos, la oposición creció cuando salió a la luz la pasada semana un estudio de la Unión de Científicos Comprometidos, que reveló que dos tercios de los cultivos convencionales de Estados Unidos están contaminados con genes modificados.

Datos preocupantes

Otro informe elaborado por científicos asiáticos concluyó que el polen que se desprende de los productos genéticamente modificados puede ser perjudicial para la salud. Al parecer, familias que vivían cerca de un campo de maíz en Filipinas sufrieron fiebres y problemas respiratorios que se atribuyeron a dichos cultivos. Sin embargo, la Asociación de Médicos Británicos reconoce en un informe que hizo público ayer que no tiene pruebas suficientes para justificar que los alimentos transgénicos sean dañinos para la salud.

En este sentido, los médicos británicos manifestaron su apoyo para que se siga investigando con el fin de encontrar argumentos más convincentes, ya que admitieron que «hay muchas preguntas por responder, como el impacto a largo plazo sobre la salud y el medio ambiente». También los agricultores especializados en productos orgánicos expresaron su preocupación por la coexistencia de sus cultivos con los genéticamente modificados.

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