Leches infantiles

Cuando la mujer no desea o no puede dar el pecho, se recurre a la lactancia artificial con biberones de leches adaptadas
Por EROSKI Consumer 8 de mayo de 2001

La lactancia artificial resulta, desde el punto de vista nutritivo, tan completa como la materna, sin olvidar los beneficios de la lactancia natural como potenciador del sistema de defensas del recién nacido. Las leches maternizadas o leches infantiles empleadas para la lactancia artificial son las únicas fórmulas adaptadas y admitidas como posibles sustitutos de la leche humana en la alimentación del recién nacido y el niño de corta edad (1-3 años). La mayoría parten de la leche de vaca que sufre importantes modificaciones para ir adaptándolas a la composición de la leche humana.

Se clasifican en: leches 1 ó de inicio (cubren las necesidades del lactante desde el nacimiento hasta los 4-6 meses de edad. En función de la procedencia de las proteínas se denominan: «leches», si la proteína es de leche de vaca o «preparados», cuando proviene de otras fuentes, generalmente soja), leches unitarias (adecuadas desde el nacimiento hasta los 12 meses de edad; aunque en España se prefieren las leches 1 y 2, ya que se ajustan mejor a la evolución, ritmo de crecimiento y desarrollo del lactante en su primer año de vida), leches 2 ó de continuación (indicadas a partir de los 4-6 meses de edad, para sustituir total o parcialmente la leche materna, eso sí, tomada junto con otros alimentos complementarios en esta etapa), leches de crecimiento (para niños entre 1 y 3 años).

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