Sal yodada

La ingesta de sal evita trastornos asociados a la deficiencia de yodo
Por EROSKI Consumer 7 de agosto de 2001

La falta de yodo en la dieta puede producir manifestaciones clínicas diversas, con efectos marcados sobre el crecimiento y el desarrollo humano que incluyen cretinismo (enfermedad que se caracteriza por retraso físico y mental) y bocio endémicos (enfermedad de la glándula tiroides caracterizada por un aumento de su tamaño que se visualiza externamente como una inflamación en la cara anterior del cuello), retraso del desarrollo psicomotor y aumento de la mortalidad infantil, entre otros.

La prevención y el control de estos trastornos se logran suministrando el yodo de forma estable y suficiente a toda la población y particularmente a la que vive en áreas de deficiencia.

Ingesta recomendada -IR- de yodo (microgramos/día) en función de la edad:

Edad (años)
0,5-1 Niños y niñas
1-4 Niños y niñas
4-6 Niños y niñas
6-10 Niños y niñas
10-13 Varones
13-16 Varones
16-20 Varones
IR yodo/día
45
55
70
90
125
135
145
Edad (años)
20-70 Varones
> 70 Varones
10-20 Mujeres
20-70 Mujeres
> 70 Mujeres
Gestación
Lactancia
IR yodo/día
140
125
115
110
95
IR + 25
IR + 45

Trastornos asociados a la deficiencia de yodo:

Constituyen un amplio espectro de manifestaciones clínicas con expresividad diversa según los momentos biológicos de la vida, desde la etapa fetal hasta la adulta. La deficiencia de yodo en el feto, debido a un inadecuado estado nutricional de la madre, se asocia con una mayor incidencia de abortos espontáneos, anomalías congénitas, mortalidad perinatal e infantil, defectos del desarrollo psicomotor y en casos de deficiencia grave, puede provocar cretinismo. El hipotiroidismo congénito por deficiencia de yodo puede ocasionar afectaciones del desarrollo físico y mental y se le encuentra en áreas donde los trastornos por deficiencia de yodo son endémicos. Los niños son muy vulnerables a la deficiencia de este micronutriente y son muy afectados por el bocio, cuya prevalencia se incrementa con la edad y alcanza su máximo durante la adolescencia con predominio de las chicas sobre los chicos. En adultos, el bocio es también la manifestación más común de la deficiencia de yodo.

Tratamiento de los trastornos asociados a la deficiencia de yodo, «sal yodada»:

Uno de los métodos de primera elección por su relación costo y efectividad, mayor cobertura y beneficio es la yodación de la sal de consumo humano. La yodación de la sal garantiza un aporte de alredor de 150 a 200 microgramos de yodo por día. El consumo promedio de sal se estima entre 5-15 g/día, por lo que habitualmente se añade yoduro o yodato de potasio entre 30 y 100 mcg por cada gramo de sal, cantidad que se estima suficiente para cumplir con los requerimientos diarios.

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