El estudio mundial Nielsen Consumer Survey recoge que las comidas preparadas son adquiridas de vez en cuando por el 62% de los españoles, ocasionalmente por el 48% y de manera frecuente por el 14%. Además, el 84% declara que no tiene tiempo para preparar sus platos. Por lo que se refiere al resto de europeos, la poca disponibilidad para cocinar (77%) los lleva a consumir platos preparados de manera usual (15%), ocasional (39%) o muy esporádica (36%). Los que nunca compran platos preparados rondan el 9%, mientras que ese porcentaje es sólo del 6% en el caso de los españoles.
Las comidas elaboradas en casa representan en España una cifra similar a las basadas en platos preparados. El momento para tomar platos preparados más frecuente es la cena, con un 21%, mientras que únicamente el 10% lo hace en el almuerzo y un 2% en el desayuno. Además, los españoles compran el plato principal listo para servir (21%), un 8% de ellos elige consumir los entrantes y las comidas «todo en uno», el 12% las ensaladas y un 7% los postres. Los europeos también se inclinan por el plato principal, que un 24% compra habitualmente y un 54% en ocasiones. Sin embargo, se diferencian de los españoles en cuanto a su preferencia por los «todo en uno» (22%), los postres preparados (20%), las ensaladas (16%) y los entrantes (11%).
Los países europeos donde más se practica la compra de platos listos para servir son Grecia, que alcanza el primer lugar con el 25%; seguida por el 20% de los consumidores del Reino Unido. A la cola se ubica Dinamarca, donde el 5% de sus habitantes dice comprarlas frecuentemente.
Los ciudadanos que más consumen comidas preparadas son los asiáticos, que lo hacen frecuentemente en un 23% y ocasionalmente en un 49%. Los porcentajes en Norteamérica superan a los de Europa, ya que el 19% de los consumidores admite comprarlas de forma frecuente, mientras que el 45% lo hace ocasionalmente.