Zambia se niega a distribuir maíz transgénico hasta que se demuestre que es seguro

El 75% de los envíos de este cereal provienen de EE.UU., donde la mayor parte de la producción está modificada genéticamente
Por EROSKI Consumer 31 de agosto de 2002

El pasado mes de mayo, Levy Mwanawasa, presidente de Zambia, decretó el estado de emergencia alimentaria. Desde entonces, este país africano ha recibido toneladas de ayuda internacional, pero gran parte no se ha distribuido. La causa es que el 75% de los envíos de maíz procede de EE.UU., un país donde casi el 90% de la producción de este cereal proviene de plantas modificadas genéticamente. El Gobierno zambiano se niega a distribuirlo hasta que se demuestre que es seguro.

Ayer mismo, sin ir más lejos, el ministro de Agricultura, Mundia Sikatana, interrumpió el reparto de ayuda humanitaria de la FAO en la localidad de Namwala, al sur de Zambia, cuando vio que la población tomaba unas papillas amarillas hechas con harina de maíz supuestamente transgénico. Los representantes de la Agencia de las Naciones Unidas tuvieron que sustituir la harina de maíz por harina blanca.

La presidenta de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Gro Harlem Brundtland, ha estado reunida durante tres días con representantes de los 10 países más amenazados por el hambre en África con el objetivo de convencerles de que millones de occidentales consumen maíz modificado genéticamente sin problemas. Según Harlem Brundtland, consumir este cereal en África no es menos seguro que en el resto del mundo.

Jacques Diouf, director general, se refirió ayer a esta actitud del Gobierno de Zambia durante su participación en la cumbre de Johanesburgo. En este sentido, dijo que los Gobiernos deben ponderar atentamente las graves e inmediatas consecuencias de limitar la ayuda humanitaria disponible para los millones de personas que la necesitan desesperadamente.

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