Analgésicos y niños: ¿cuáles usar?

Para aliviar la fiebre o el dolor de los pequeños es fundamental administrar los fármacos adecuados en las dosis correctas
Por Montse Arboix 1 de junio de 2012
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Imagen: Ernst Vikne

Fiebre, dolor, inflamación… Muchos son los síntomas que pueden aliviarse con la administración de analgésicos. No obstante, en ocasiones surgen dudas. Por ejemplo, durante la lactancia o cuando se trata de los niños. En el caso de los pequeños, es fundamental conocer qué fármacos son los más aconsejados, para qué síntomas son efectivos, en qué dosis deben suministrarse y -muy importante- cómo calcularlas. Estas son algunas de las cuestiones que se responden este artículo.

Los analgésicos en los niños

En los niños se administran analgésicos de venta libre -sin receta médica-, que son eficaces para el dolor y la fiebre. Los más utilizados son el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

  • El paracetamol es un analgésico suave que se usa para aliviar molestias comunes (la fiebre), aunque no es útil para reducir la inflamación que surge, por ejemplo, tras un traumatismo. A pesar de que no provoca daño en la mucosa gástrica, en dosis excesivas, sí puede perjudicar al hígado.
  • Entre la familia de los AINE, destaca el naproxeno o el ibuprofeno, entre otros. Estos fármacos, además de bajar la fiebre, reducen el dolor y la inflamación. En España, se desaconseja el ácido acetilsalicílico (aspirina) para el tratamiento de la fiebre asociada a infecciones virales -como la gripe o varicela- en niños y adolescentes (por debajo de los 16 años), porque se asocia al síndrome de Reye (daño cerebral agudo y problemas con la función hepática).

No obstante, es el médico quien establece las pautas de prescripción a los padres y estos siempre deben seguir la dosificación y las normas (según sean gotas, jarabes o supositorios) que les aconseje. Para Anna Soriano, pediatra del centro de atención primaria de Santa María de Palautordera, es importante ceñirse a las dosis recomendadas: «dar menos cantidad de fármaco del que le corresponde a un niño no es correcto. Lo único que se consigue es que no haga el efecto buscado: o no baja la fiebre o, si disminuye, no se debe a la acción del medicamento a dosis bajas. Lo más seguro es que hubiera bajado sin el antitérmico».

Calcular las dosis de ibuprofeno y paracetamol para los niños

Los analgésicos más utilizados en niños en España son dos. Conocer las dosis para cada niño es indispensable para los padres. Y los especialistas recomiendan tenerlas a mano y bien apuntadas, por ejemplo, dentro del botiquín donde se almacena el fármaco, porque la fiebre puede sobrevenir a cualquier hora del día (o de la noche), en que se hace dificultoso calcular la dosis según el peso del pequeño, más aún, si hace tiempo que no lo ha necesitado.

1. Uno de ellos es el ibuprofeno, conocido por sus nombres comerciales como Dalsy®, Junifen® o Pirexin®.

  • Posología: 20 mg por kg al día, cada 6 u 8 horas, en mayores de 4 meses y/o 7 kg de peso. Es decir, si un niño pesa 15 kilos, le corresponden 300 mg al día. Si se reparten en 3 tomas (cada 8 horas), serán dosis de 100 mg cada una. Y si se distribuyen en 4 tomas (cada 6 horas), serán de 75 mg.

Hay algunos trucos que facilitan el cálculo de la dosis, pero, antes que nada, hay que mirar con atención cuál es la concentración del jarabe o de las gotas:

  • Si el jarabe es de 100 mg por cada 5 ml, corresponde 1 ml por kg al día, que es lo mismo que el peso del niño/3 = ml/dosis, si se administra cada 8 horas; o el peso del niño/4 = ml/dosis, si se da cada 6 horas.
  • Si es de doble concentración, es decir, cuando hay 200 mg por cada 5 ml, quiere decir que le tocan 0,5 ml por kg al día.

2. El otro analgésico es el paracetamol, conocido como Apiretal®, Gelocatil® o Febrectal®. Pertenece a los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), a pesar de que es más analgésico y antitérmico que antiinflamatorio. Tiene una absorción excelente vía oral y adecuada vía rectal.

  • Posología: Se indican de 40 a 60 mg por kg al día o, lo que es lo mismo, de 10 a 15 mg por kg en cada dosis.

El preparado en gotas, que viene con un dosificador, es de 100 mg por cada ml. En este caso, la dosis adecuada se puede calcular de las siguientes maneras:

  • 3 gotas por cada kilo que pesa el niño en cada dosis (3 gotas por kg/dosis).
  • 1 ml por cada 10 kg en cada dosis.
  • peso del niño dividido entre 10: serán los mililitros que le corresponden por dosis.

En el caso de los supositorios, hay que vigilar si la presentación es de 150mg o de 300mg.

Analgésicos para aliviar los síntomas de resfriado infantil

La congestión nasal, los estornudos, la tos y el malestar general son síntomas característicos del resfriado común, que suele durar de una a dos semanas y es la principal causa de visitas al pediatra. A pesar de la investigación actual en antivirales, todavía no hay sustancias que puedan prevenirlo o curarlo. Para sobrellevarlo, es habitual administrar a los pequeños determinados fármacos -como los descongestionantes, antihistamínicos y antitusivos, entre otros-, aunque no hay un consenso claro sobre ello.

Una reciente revisión de la Biblioteca Cochrane con el título «Agentes antiinflamatorios no esteroides para el resfriado común», ha evaluado los efectos de los AINE en pacientes pediátricos (que sufren un promedio de 6 a 8 resfriados cada año). Las conclusiones de los autores han sido que aunque estos fármacos tienen cierta eficacia en el alivio del malestar, no hay pruebas claras de su efecto para aliviar los síntomas respiratorios. Además, los autores insisten en que su uso para el resfriado debe decidirse teniendo en cuenta sus efectos secundarios, ya que a largo plazo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y pueden provocar efectos secundarios gastrointestinales.

La fiebre infantil: ¿medicación o consulta al pediatra?

En el 99% de los casos, la fiebre es una respuesta normal frente a las infecciones debidas a virus o bacterias, entre otros microorganismos. Sin embargo, hay grandes discrepancias en cuanto a su manejo y abordaje. “Hay que tener en cuenta que, en los niños, por norma general, no provoca mayores trastornos si se controla con los analgésicos y las dosis establecidas, aparte del malestar que supone para algunos”, asevera Soriano.

Aun así, desde la Asociación Española de Pediatría aconsejan acudir al pediatra si:

  • el niño es menor de 3 meses de edad.
  • la fiebre dura más de 48 o 72 horas.
  • la temperatura alcanza los 40ºC.
  • la fiebre provoca que el niño esté muy irritable o adormilado.
  • el niño tiene mal aspecto general o dificultad para respirar.
  • desarrolla una erupción en la piel.
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