Campamentos de verano: tipos, beneficios y claves para elegir el más adecuado

Los campamentos de verano suponen una experiencia lúdica, divertida y llena de beneficios para los niños, niñas y adolescentes, con la que se continúa el proceso educativo desarrollado en el colegio o instituto
Por María Huidobro González 24 de mayo de 2024
campamento de verano

En verano, la conciliación familiar y laboral resulta aún más complicada que durante el curso, por lo que las familias reparten este tiempo para sus hijos del siguiente modo: unos días con los abuelos o los tíos, una quincena con los progenitores y, casi de manera obligatoria, varias semanas de campamento, colonias urbanas o curso de idiomas en el extranjero. Ir de campamento constituye la opción más completa para que los peques estén entretenidos, disfruten y sigan aprendiendo durante las vacaciones escolares: actividades, amigos, en un entorno distinto… A continuación, detallamos qué beneficios aportan los campamentos de verano a los menores, los tipos que existen y en qué fijarse para elegir el más adecuado.

Beneficios de los campamentos de verano

Los campamentos de verano son más que un espacio donde tener entretenidos a los hijos durante el tiempo que su familia, sobre todo por trabajo, no puede estar con ellos. Desde los tres años, los peques ya pueden acudir a un campamento de día (urbano) y, desde los 6 y hasta los 17, también los niños, niñas y adolescentes pueden pasar unos días en un campamento con pernocta, lo que implica quedarse a dormir fuera de casa. Ambas fórmulas resultan una opción muy atractiva para los menores.

¿Por qué? ¿Qué les aporta? Todos los campamentos suponen una experiencia lúdica y divertida llena de ventajas donde se continúa el proceso educativo desarrollado en el colegio o instituto. «Es una alternativa de ocio y tiempo libre en la que los menores viven alejados de los videojuegos y los medios tecnológicos y están en contacto con la naturaleza», subraya el psicólogo infanto-juvenil Abel Domínguez, quien no concibe un verano sin campamentos. «Son una experiencia obligada y obligatoria», resume.

Los principales beneficios de los campamentos para niños, niñas y adolescentes son:

✅ Beneficios físicos

Con el ejercicio físico que se realiza a través de juegos y actividades deportivas, los menores desarrollan capacidades como fuerza, resistencia, velocidad, flexibilidad o agilidad.

✅ Beneficios intelectuales

En los campamentos de verano, los chavales afianzan el aprendizaje de otros idiomas y se inician o profundizan en la práctica de diversos deportes. Además, tienen la oportunidad de adentrarse en campos tan distintos como el arte o la ciencia. Así se fomenta la concentración, la creatividad o el desarrollo de la memoria, por ejemplo.

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Imagen: Anderson Schmig

✅ Beneficios ecológicos y solidarios

Las colonias que tienen lugar en espacios naturales o las salidas al aire libre que se llevan a cabo en los campamentos potencian la actividad física, pero también acaban con el déficit de naturaleza de muchos jóvenes y generan respeto por el medio ambiente.

Se conocen otras culturas y tradiciones, lo que amplía la visión del mundo y desarrolla habilidades como la empatía, la tolerancia y el respeto.

✅ Beneficios sociales y emocionales

«Aprenden a convivir con sus compañeros, se refuerzan los lazos de amistad y se favorece su autonomía y autoestima», puntualiza Domínguez, miembro del Colegio Oficial de la Psicología de Madrid y director de Domínguez Psicólogos.

A veces tendrán que montar una tienda de campaña, dormir al raso en un saco de dormir o remar una piragua, pero lo más seguro es que en muchas ocasiones tendrán que hablar en público, hacerse entender en otra lengua, saber orientarse o respetar la opinión de otros para evitar conflictos.

Y todo ello sin el apoyo, la protección o la supervisión de sus padres. En este sentido, ir con amigos o con algún hermano puede ayudar a quienes acuden a su primer campamento; les dará seguridad. Y no habrá problemas por su integración, pues si los responsables de las actividades mezclan bien a los niños, esos grupos se irán difuminando y superando a través de las dinámicas dirigidas por los monitores.

Tipos de campamentos de verano

De primeras, los campamentos de verano infantiles se diferencian en:

  • Campamento urbano o de día: los menores realizan las actividades en la ciudad y su entorno, sin pernocta.
  • Residenciales o internos: ofrecen alojamiento y pensión completa.
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Imagen: EKATERINA BOLOVTSOVA

⭐ ¿Qué tipos de campamento hay?

Pero hay otra clasificación según lo que hacen los niños en los campamentos.

  • Campamentos de naturaleza: los tradicionales con tiendas de campaña o cabañas. Pueden ser multiaventura, con múltiples actividades de orientación y deportes de aventura (escalada, kayak, rappel…).
  • Campamentos multiactividad: combinan actividades deportivas, lúdicas y formativas.
  • Campamentos temáticos: inmersión lingüística (idiomas), deportivos, científicos (STEAM), tecnológicos, musicales, de baile, de moda, de cocina, de cine…

⭐ Otros campamentos

Además, en los últimos años se han puesto de moda los campamentos para toda la familia y los que trabajan el desarrollo emocional, además de los campamentos inclusivos para chicos y chicas con discapacidad (intelectual, sensorial o motriz).

  • Los campamentos familiares consisten en viajes organizados de una semana y pensados para familias con niños de 0 a 16 años; incluso hay ideados específicamente para familias monoparentales. Combinan alojamiento, por lo general en un entorno natural, pensión completa y multitud de actividades para niños y mayores (senderismo, geocaching, juegos, deportes de aventura). Hay en verano y en invierno (puentes y vacaciones escolares).
  • Los campamentos de gestión emocional son urbanos, residenciales y hasta algunos se pueden hacer online. En ellos se persigue favorecer el talento de los niños (desde los tres años) y potenciar sus habilidades personales y sociales. ¿Cómo? A través de actividades relacionadas con la inteligencia emocional, la comunicación y la empatía, talleres de creatividad y técnicas de aprendizaje y motivación, entre otras.

Claves para elegir campamento de verano

Según Domínguez, los campamentos de verano «no se deben plantear al menor como un castigo ni como consecuencia de un suspenso, porque conseguiremos el efecto contrario. Pero tampoco es un premio. Hay que proponerlo para crecer, para pasárselo bien».

Para ello, lo recomendable a la hora de escoger a qué campamento irá tu hijo es tener en cuenta lo siguiente:

➡️ El campamento debe ser acorde a la edad y aficiones del menor

Es importante fijarse en que el campamento esté en concordancia con sus aficiones y su edad, sobre todo para saber si decantarse por uno interno o de día o, también, por uno tradicional de naturaleza, una granja-escuela, un campamento deportivo o de idiomas o por otros más de desarrollo del talento.

Si al peque no se le da bien un idioma, se desaconseja la inmersión lingüística, pues la estancia le resultaría complicada. Los tecnológicos tampoco son convenientes para menores hiperactivos. En cambio, los de naturaleza son todo un reto. «Todo niño debería pasar por la experiencia de tener que lavarse los calcetines», reconoce el psicólogo.

Lo idóneo es negociar con el hijo el tipo de campamento al que acudirá. Los padres pueden elegir que sea en inglés, por ejemplo, y el pequeño, la actividad: surf, robótica…

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Imagen: mandygodbehear

➡️ ¿Quién organiza el campamento?

Pero a la hora de decidir por uno u otro campamento, también hay que tener muy en cuenta quién está detrás de su organización. Como señala Rafa Fernández, gerente de Rock Camp, hay dos tipos de organizadores de campamentos:

  • Las asociacionesgrupos de voluntariado o incluso colegios.
  • Empresas que realizan actividades juveniles de forma privada tanto para usuarios privados como a través de concursos para las distintas administraciones públicas.

 «Cuidado con las falsas empresas o entidades de cualquier tipo que actúan de forma poco profesional —alerta el experto—. Como en otros sectores, encontramos a gente muy profesional y otra que no lo es, y ya que dejamos a lo más preciado que tenemos, hay que saber con quién se quedan». Por eso aconseja informarse bien para no llevarse sustos: conocer quién está detrás, qué recorrido tiene, con qué personal cuenta, etc.

➡️ Dónde buscar campamentos

Una vez elegido el tipo de campamento, llega el momento de hacer una búsqueda más profunda. En Internet hay diferentes buscadores.

Lo idóneo antes de decidir es fijarse en las opiniones, recomendaciones y testimonios de otros padres y usuarios de campamentos anteriores que se hayan incluido en esos portales (apenas hay), además de lo que se pueda averiguar a través de las redes sociales. En cualquier caso, es interesante que en estos buscadores aparezca el enlace a al sitio web del campamento, donde informarse mucho mejor del que llame más la atención.

➡️ Campamentos gratis o con descuentos especiales

Hay campamentos gratis (Región de Murcia, Vicálvaro en Madrid…) o con varias plazas gratuitas por conseguir que otros menores acudan por primera vez. Pero no es lo común.

Sí lo es encontrar distintos descuentos para intentar rebajar los precios de los campamentos de día que rondan los 150 euros por semana y los 300 euros como mínimo con pernocta:

  • Los organismos públicos suelen aplicarlos en el caso de ser familia numerosa o perceptora de alguna ayuda social.
  • Las empresas privadas, por su parte, lo hacen por acudir varios hermanos, pertenecer también a familia numerosa, familias monoparentales, por pronta inscripción e ir en grupos.

Además, como comenta Rodríguez, en determinados campamentos se dan becas, ya sea por nivel económico de las familias o por méritos del participante.

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