Alfombras de baño

Es importante que tengan la base de caucho para evitar resbalones
Por EROSKI Consumer 22 de marzo de 2006
Img alfombrilla
Imagen: Jake Gagne

Las alfombras de baño tienen dos funciones fundamentales: impedir resbalones y posibles caídas peligrosas al salir de la bañera o de la ducha y evitar que el suelo se moje mucho. A menudo se usan toallas para tal fin, pero conviene desechar esta idea, sobre todo teniendo en cuenta que las alfombras son económicas y permiten decorar la estancia. Este artículo incluye además un apartado sobre las alfombras para el interior de la bañera o ducha.

En lugar de emplear una simple toalla para pisarla al salir de la ducha se pueden adquirir alfombras de baño. Se trata en realidad de originales toallas, normalmente de mayor grosor, que nos ayudan a solventar pequeños problemas en los cuartos de baño, como resbalones y mojar en exceso la estancia.

En el mercado se encuentran infinidad de diseños, formas y colores, bordados, con flecos etc., que ayudan a dar una nota de color, si se desea, al cuarto de baño. Pueden encontrarse en numerosos puntos de venta, y existen juegos para acompañar la alfombra de la bañera con otras al pie del inodoro o el bidé.

Pero no ponga simples telas en el suelo de un cuarto de baño y procure que las alfombras sean antideslizantes, con un apoyo de caucho, por ejemplo, para no patinar en y prevenir así las caídas.

Las alfombras para ducha o bañera también son importantes

Existen otras alfombras cuya misión específica es evitar posibles resbalones y caídas no al salir sino dentro de la propia bañera o el plato de ducha. En este caso, como deben estar en contacto directo con el agua, lo conveniente es optar por el plástico u otros materiales sintéticos. Las más comunes poseen en la parte inferior una serie de pequeñas ventosas, que les permiten afirmarse al suelo y otorgar a quien se baña o ducha un punto de apoyo fijo en una superficie muy propicia para los resbalones.

Una alternativa consiste en colocar, en vez de una alfombra más o menos grande, pequeñas piezas de plástico, que suelen comercializarse con formas de peces, patos, estrellas de mar, etc. El sistema de fijación es el mismo: a través de ventosas. Y a nivel decorativo, estos elementos proporcionan mucha mayor libertad, ya que se pueden ubicar cada vez en una posición distinta.

Una tercera posibilidad es la del empleo de una tarima de madera, de escasa altura (2 o 3 centímetros) y con muchas ranuras que permiten filtrar el agua. Este sistema presenta dos inconvenientes importantes. El primero es que su sujeción al suelo es más difícil, lo cual lo debilita en tanto en cuanto esta debe ser una de sus principales funciones. El segundo, que la madera sometida a la humedad se convierte en hospedaje para bacterias con mucha mayor facilidad que el plástico.

De todos modos, con cualquiera de las tres opciones, es fundamental que se sequen bien después de usarse, para lo cual se recomienda dejar las alfombras o tarimas colgadas o apoyadas en posición vertical y ventilar lo suficiente el cuarto de baño.

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