El yeso es esencial en construcción por su resistencia al fuego y capacidades acústicas y de control de humedad y su uso es, además, fundamental en interiores y decoración. A continuación, te mostramos cómo preparar y aplicar yeso de manera correcta, asegurando un acabado profesional y evitando errores comunes para una aplicación duradera y de calidad.
¿Qué es el yeso y para qué se utiliza? Propiedades y tipos según su uso
El yeso (sulfato de calcio semihidratado) es un material de construcción, un producto industrial que se comercializa molido, en forma de polvo. Al mezclarlo con agua, se puede usar directamente. Sin embargo, también se le pueden añadir otras sustancias químicas para modificar sus características de fraguado, resistencia, adherencia, retención de agua y densidad
Tiene varias propiedades:
- Es un material incombustible.
- No emana gases tóxicos, sino vapor de agua, como señalan desde la Asociación Técnica y Empresarial del Yeso (Atedy). Esto le “permite que la temperatura del material no suba por encima de los 100ºC durante cuatro horas”.
- Es capaz de absorber el ruido producido por un impacto. Además, su capacidad de transmisión del mismo es baja. Rompe la onda sonora e impide “la progresión y avance de la misma”, señalan desde Atedy.
- Tiene capacidad para evitar la condensación superficial y la humectación en paredes y techos. Tiene un gran poder de absorción. Por ello, es capaz de acumular agua cuando su concentración en el ambiente es alta y devolverla “cuando éste se reseca”.

👉 Distintos usos del yeso
El yeso se utiliza para reparar grietas, tapar agujeros, enlucir paredes o levantar tabiques. Se emplea tanto para «ligar» materiales como para revestir superficies. Por esta razón, en el mercado existen varios tipos de yesos, según el trabajo que se realice.
- Construir tabiques: para levantar tabiques y como material de agarre se usa yeso negro o de albañil. Se caracteriza por tener un aspecto grisáceo, consistencia granulada y fraguado rápido.
- Para techo y paredes: se usa el yeso de yesero. Al contrario que el anterior, tiene un color blanco y grano fino, aunque su fraguado también es rápido.
- Hacer molduras y decoración: escayola, que es el yeso más fino, con gran dureza y perfección de acabado. De hecho, se utiliza mucho en manualidades.

Prepararación del yeso de enlucir: proporciones y herramientas
Las claves para que un trabajo salga bien son la preparación del yeso y el tiempo de fraguado, es decir, el tiempo que el yeso tarda en endurecer.
En este sentido, la primera operación no resulta complicada, pero requiere seguir unos pasos concretos:
- Primero hay que llenar una gaveta con agua y asegurarse de que el recipiente no contiene impurezas, ya que echarían a perder la mezcla.
- Posteriormente, hay que espolvorear el producto sobre el agua y dejarlo reposar entre uno y dos minutos. ¿En qué proporciones? La proporción correcta es de 0,5 litros de agua por cada kilo de yeso.
- Cuando la mezcla ha reposado, hay que amasarla con una paleta limpia y de manera enérgica hasta conseguir una pasta homogénea, sin grumos.
- Pasados entre tres y cuatro minutos, según las indicaciones del fabricante que suelen aparecer en el envase, se puede comenzar a aplicar el yeso.
- No se debe añadir más agua a la masa cuando ésta comience a endurecer, ya que el yeso podría perder resistencia y adherencia (es lo que se denomina ‘yeso muerto’).
Además de la gaveta y la paleta, es fundamental contar con una llana para extender el yeso uniformemente y una espátula para detalles pequeños. No olvides mantener las herramientas limpias para asegurar futuras mezclas sin problemas.
Aplicación del yeso en superficies
Es importante que la superficie esté seca y libre de polvo para una buena adhesión del yeso., así como usar una espátula o llana para aplicar una capa uniforme, lo que facilita el posterior lijado. Aplica múltiples capas delgadas para un secado rápido y sin agrietamientos. Una vez seco, generalmente tras 24 horas, lija si es necesario y valora las imprimaciones para superficies grandes o exteriores.
👉 Consejos para un fraguado adecuado
- El tiempo de fraguado es de aproximadamente de 20 minutos, por lo que conviene no preparar grandes cantidades para evitar que la mezcla se endurezca y quede inservible antes de terminar el trabajo.
- La opción más práctica para ralentizar el fraguado es comprar retardadores de fraguado, que se añaden en el momento de la mezcla, o bien usar un yeso de fraguado controlado.
- Controla el ambiente; un lugar cálido y seco acelera el fraguado, mientras que uno frío y húmedo lo retrasa.
- La temperatura y el flujo de aire deben ser controlados para un endurecimiento óptimo. Mantén herramientas limpias para garantizar un fraguado adecuado.

Errores comunes y cómo evitarlos
Los errores comunes al trabajar con yeso provienen de una mala preparación o aplicación. Te proporcionamos unos consejos para tenerlos en cuenta:
- Nunca añadas agua a una mezcla que ha comenzado a endurecer; esto produce ‘yeso muerto’, perdiendo adherencia. En caso necesario, comienza una nueva mezcla.
- Evita aplicar una capa gruesa de yeso, lo que retrasa el fraguado y puede causar agrietamientos. Opta por capas delgadas y múltiples, asegurando el secado entre ellas.
- Asegúrate de que las superficies estén limpias antes de aplicar yeso; el polvo interfiere con la adherencia.
- Considera aplicar un sellador si es necesario y sigue siempre las indicaciones del fabricante.
- Un lugar de trabajo adecuado, climatizado y con herramientas limpias, permitirá evitar errores y lograr un acabado profesional.