La bandeja de madera se puede adquirir en una tienda de manualidades, o bien confeccionarla uno mismo. También existe la posibilidad de restaurar alguna que se tenga algo estropeada y en desuso. El truco consistirá en lijar perfectamente para trabajar con ella como si fuera nueva.
Sea cual sea la elección, el primer paso es lijar bien toda la superficie, procurando hacer las pasadas siempre en la misma dirección, hasta cerciorarse de que la madera está realmente suave y lista para trabajar sobre ella. Merece la pena dedicar tiempo de más en esta tarea, puesto que el resultado final dependerá bastante de que la madera esté bien lijada.
Para darle un tono más propio a la bandeja se aplicará un tinte de ebanistería, el cual se verterá directamente sobre la madera virgen con un pincel plano que bien podría ser del número 4. Según la madera o la intensidad del tinte, se puede repetir la operación tantas veces como se crea conveniente, teniendo en cuenta que hay que respetar un tiempo de secado de dos a cuatro horas y que hay que aplicar el tinte siempre en el sentido de las vetas de la madera.
Cuando la bandeja tenga el color deseado se plasmará el dibujo que puede ser original y propio, con temática libre, o se puede recurrir a las plantillas, utilizando la técnica del estarcido. Para pintar se utilizará una serie de pinturas acrílicas, ya que son las más resistentes a los lavados.
Finalmente, se barnizará la pieza con un barniz-laca incoloro especial para la protección y alta decoración de acabados nobles de madera. Antes de aplicarla es aconsejable remover el envase y extender bien el barniz en capas delgadas siguiendo como siempre la veta de la madera. La primera capa debe diluirse con un 10% de aguarrás y tardará en secarse de 30 a 45 minutos, pero habrá que esperar de 8 a 12 horas para darle una segunda capa.
De esta sencilla y divertida manera se ha obtenido una bandeja de madera, pero de la misma forma se puede confeccionar un perchero, una panera u otros complementos para el hogar.
