En pintura y diseño de interiores, el naranja es uno de los colores considerados como cálidos, además de ser clasificado como secundario, puesto que es el resultado de la mezcla del rojo y el amarillo. En función de las cantidades de la mezcla se obtendrá un naranja más cálido y en consecuencia más agradable e íntimo.
Algunas de las propiedades que tiene el naranja es la de dar una sensación acogedora y de luminosidad a las estancias más frías o faltas de iluminación.
Existen varios tonos y matices de este color, pero hoy en día, la gama de naranja más demandada y de mayor éxito en las últimas tendencias decorativas radica en el terracota. La calidez de esta variedad ofrece una sensación de confort muy apropiada para salones y comedores modernos a los que se les quiere añadir una impronta rústica.
Así que apostar por el naranja se constituye como una elección casi siempre acertada y garantizada, porque además, resulta ser una tonalidad muy fácil de combinar con otros colores, generando vistosos contrastes.