Durante el verano, los estanques están en todo su esplendor al florecer los lirios, los nenúfares y las plantas de orilla, como la lobelia. Además, esta es la mejor época para introducir nuevos peces en ellos. Para que la vida del estanque perdure, es indispensable asegurar la calidad del agua. Por ello, el estanque debe permanecer limpio, libre de algas e impurezas. Además, es necesario que el agua tenga un aporte suficiente de oxigeno y un nivel adecuado.
Cómo mantener limpio el estanque
Entre las tareas de mantenimiento de un estanque, la limpieza ocupa un papel esencial. Es indispensable retirar las malas hierbas, las plantas marchitas y los peces y otros animales muertos. También es necesario podar las plantas que hayan crecido en exceso. En el caso de los nenúfares, durante la primavera conviene limitar el desarrollo de su follaje para favorecer la formación de un mayor número de flores.
El mejor método para mantener libre de impurezas y algas los estanques son los filtros
El mejor método para mantener libre de impurezas y algas los estanques son los filtros, aunque si el estanque es muy pequeño, lo más aconsejable es el uso de un plaguicida.
Hay dos tipos de filtros: mecánicos y biológicos. El uso de uno u otro depende del tamaño y características del estanque. Los filtros mecánicos captan mediante aspersión las partículas gruesas de suciedad, las retiran del agua y las depositan en una cubeta donde se almacenan hasta que esta se vacía de forma manual. Los biológicos descomponen las sustancias nocivas. En este caso, el agua pasa a través de diferentes capas de materiales minerales, donde habitan unas bacterias que descomponen los desechos y gases, que permiten la formación de las algas. La primera capa es a menudo de arena gruesa para filtrar las partículas sólidas. La segunda es de arena más fina o gravilla.
Plantas oxigenadoras
La oxigenación del agua es otro de los cuidados que requiere cualquier estanque durante el verano, sobre todo, si el ambiente es cálido y húmedo. Sea cual sea el tamaño de la alberca, es indispensable mantener un cierto equilibrio entre todos los elementos que la componen. El método más natural para lograrlo son las denominadas plantas oxigenadoras. El metabolismo de estas plantas impide la concentración excesiva de dióxido de carbono, a la vez que evita la proliferación de algas, con lo que se asegura la calidad y limpieza del agua para que los peces y demás especies del estanque vivan en buenas condiciones.
La planta oxigenadora más utilizada y conocida es la laragosiphon major. También se puede utilizar la llamada Violeta de agua, aunque hay que tener cuidado con ella porque es invasiva. En los estanques más pequeños se puede utilizar la Verónica beccabunga.
Reponer el agua que se evapora
La evaporación y el consumo de las plantas provocan que en verano el nivel del agua descienda a mayor velocidad. Para evitar problemas conviene revisar el estanque a diario y, si es necesario, rellenarlo a última hora de la tarde. Si el nivel del agua desciende demasiado, habrá que comprobar si el estanque tiene alguna pérdida y, si es así, repararla.
Si el nivel del agua desciende demasiado, habrá que comprobar si el estanque tiene alguna pérdida y, si es así, repararla
Para facilitar esta tarea y no tener que estar pendientes todos los días del nivel del agua, se puede instalar en el estanque una tubería con un emisor de riego por goteo, que se regulará para que aporte a diario un poco de agua, al mismo tiempo que se riegan las plantas del jardín.
Otra opción es colocar dentro del estanque un flotador o una sonda que accionen de forma automática la apertura de un grifo cuando descienda el nivel del agua.
El verano es la mejor época para introducir nuevos peces en el estanque, siempre que hayan transcurrido dos meses desde la disposición de las plantas y previo proceso de aclimatación de estos animales.
Para adaptar a los peces a su nuevo hábitat, hay que mantenerlos en la bolsa donde se transportan desde el comercio correspondiente y dejar esta sobre la superficie del estanque para lograr que el agua de la misma alcance idéntica temperatura que la de su nuevo hogar. Cuando esto se haya logrado, se podrá abrir la bolsa para que entre agua del estanque y los peces decidan salir de la misma.
La opción más aconsejable para los estanques al aire libre son los peces de agua fría. Estas especies no requieren excesivos cuidados. Solo necesitan agua limpia, oxígeno suficiente y espacio para poder nadar.
Uno de los peces más habituales en los estanques es el koi, una variedad de carpa común de origen asiático
Uno de los peces más habituales en los estanques es el koi, una variedad de carpa común de origen asiático. Estos peces soportan bien las bajas temperaturas y sobreviven sin problemas con las altas temperaturas del verano, aunque es aconsejable que tengan la sombra de las plantas acuáticas.
Al seleccionar a los pequeños habitantes de un estanque, también hay que tener en cuenta la profundidad de este. Si las aguas son poco profundas, los peces no están a gusto, ya que la temperatura en verano es demasiado alta y el oxígeno escasea. Además, la mayoría de los peces precisarán un mínimo de 45 centímetros de profundidad. Por tanto, para tener peces se necesita un estanque con una profundidad de agua de, al menos, 60 centímetros.