Si se quiere decolorar la madera se deben utilizar productos químicos de dos componentes: uno para decolorar, y otro para frenar la acción del decolorante. Se aplica el decolorante uniformemente con un trapo limpio, y cuando alcance la tonalidad que se desee, se usa el segundo componente para frenar la acción del primero. Después de unas cuantas horas, habrá que lavar la madera, dejarla secar y lijarla. Si también se quiere teñir la madera, ésta debe estar en perfectas condiciones: lijada, limpia y libre de grasa. Los tintes se pueden adquirir en tiendas de bricolaje y ferreterías. Una vez elegido el tinte, si se quiere cubrir una buena superficie plana, lo mejor será utilizar una brocha en condiciones, o en su defecto un tampón de lienzo, sobre todo si se van a cubrir paneles verticales.