Nudos en la madera

Las imperfecciones sanas no suponen ningún problema, mientras que el resto se desprende y origina perforaciones en el material
Por EROSKI Consumer 20 de diciembre de 2004
Img nudo maderalistado
Imagen: richard dows

La madera es un material que, por su naturaleza, contiene una serie de particularidades y anomalías morfológicas que a largo plazo modifican las propiedades originales. Los nudos son, junto con las fendas y las acebolladuras, las imperfecciones más habituales. Sin embargo, en el caso de los primeros no siempre están considerados un defecto. Por este motivo, conviene conocer qué clase de nudo es más perjudicial y la manera de atajarlo.

Clasificación

Los nudos de los listones de madera, en el frente de un mueble o en el suelo de una estancia son, en origen, las áreas del tronco donde nació la base de una rama. Cuando la madera se corta en planchas, los nudos se convierten en discontinuidades o irregularidades circulares que aparecen en las vetas del material. Según su naturaleza, sus dimensiones y su aspecto se clasifican de la siguiente manera:

  • Estado: es posible que el nudo sea sano y adherente o que, por el contrario, se encuentre muerto y esté podrido. Los primeros no suponen ningún problema siempre que no estén situados en una unión o sobre una cara vista. Los nudos muertos se desprenden de las planchas de madera y favorecen la aparición de orificios. Son reconocibles porque son más superficiales y su presencia da lugar a elevaciones o hendiduras en la tabla.

  • Tamaño: se denomina nudo en ojo de perdiz cuando su diámetro mide menos de 5mm, y pequeño si sus dimensiones se encuentran entre 5mm y 15mm. A partir de los 20mm, el nudo se clasifica como mediano. Es grande si mide cerca de 40mm. Tamaño y estado no son parámetros relacionados entre sí, es posible que un nudo podrido sea pequeño, mediano o de dimensiones mayores, ya que varía sus proporciones según el momento en el que la rama se cortó o se cayó.

  • Forma: la manera en la que se corta la madera determina la morfología del nudo. Si el corte fue radial, adopta forma de espiga; si se hizo de manera tangencial, será redonda; si la madera se cortó en una posición intermedia, será oval.

Por especies

Los nudos son las áreas del tronco donde nace la base de una rama

Los nudos son más frecuentes en las maderas resinosas. Esta característica no sólo es atribuible a una especie concreta, sino que la comparten distintas familias, como el abeto, el cedro rojo, el hemlock y las diferentes clases de pino. Todas son coníferas y destacan por tener un número considerable de nudos sanos de diversos tamaños. Su abundancia es mayor en las más de 80 clases de pinos clasificadas. Los nudos de esta madera son sanos, adherentes y crean diseños naturales. Por este motivo, es muy utilizada en decoración y en el revestimiento de paredes.

Entre las maderas frondosas, los nudos de los listones de abedul son más propensos a experimentar ligeras pudriciones. Por su parte, los del fresno, el castaño y el roble son en su mayoría de dimensiones muy pequeñas.

Para eliminarlos

La madera de pino tiene nudos sanos y adherentes que configuran diseños naturales muy vistosos

El estado del nudo es el elemento que determina la técnica que se debe emplear. Si su presencia origina abultamientos y zonas más elevadas en el listón, conviene cepillar y lijar esos puntos hasta que su altura se iguale a la de la tabla.

En todo momento, es fundamental evitar que el nudo provoque grietas e incluso que llegue a desprenderse de la pieza. Si esto sucediera, el resultado sería el de una madera o un mueble con unos agujeros antiestéticos. Antes de que esto ocurra, es recomendable encolar los nudos o introducir en ellos una pequeña cantidad de serrín mezclado con cola. De esta manera, se impide que el nudo se separe de la madera y también su exudación.

Cómo identificar los defectos en la madera

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Además de los nudos, para elegir de manera correcta tablones y listones de madera es necesario prestar atención a algunos aspectos. En primer lugar, las piezas no deben tener alabeados o torceduras. Antes de adquirirlas es recomendable colocar los listones en el suelo y observar si algunos trozos tienen forma curvada.

Las fisuras, las hendiduras y el resto de grietas son otro de los elementos que requieren atención. Son líneas de fractura originadas por un mal corte o por un secado incorrecto, entre otros, que atraviesan toda la pieza y que provocan una depreciación en el rendimiento de la madera.

Es conveniente también vigilar el color de las piezas. La acumulación de pequeñas manchas negras o zonas de tonos grises y azulados delatan la presencia de hongos y parásitos.

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