Pinceles, brochas y rodillos, uno para cada necesidad

Un buen trabajo de pintura depende de una acertada elección del material, y de la calidad del mismo
Por EROSKI Consumer 16 de diciembre de 2004
Img pinceles

En función de la superficie o el objeto que se quiere pintar, se puede elegir entre una amplia variedad de herramientas para lograr distintos acabados. Ya sean paredes, puertas, muebles o detalles pequeños, para obtener los mejores resultados es indispensable conocer los tipos y características de brochas, pinceles y rodillos, entre otros utensilios de pintura.

Tipos de brochas y pinceles

Un buen trabajo de pintura depende en gran medida de la calidad y el tipo de brocha. Por ello, es importante conocer las diferentes variedades y sus características.

  • Pinceles o brochas planas. La terminación de estas brochas puede ser en punta, plana o biselada. Permiten distribuir la pintura de manera regular y son la opción más adecuada para las pinturas al agua, barniz y tintes. En lugares amplios lo más convenientes es utilizar brochas planas, anchas, y gruesas, ya que proporcionan un color más compacto y homogéneo.

  • Brochas redondas. Permiten realizar las labores más comunes de pintura (temple o plástica). Son muy útiles para alcanzar los rincones a los que no llega el rodillo o para espacios pequeños. Las terminadas en punta son las más idóneas para acceder a zonas difíciles (rincones, juntas, etc.)

Sintéticas o naturales, la clave está en la cerda

Las cerdas de poliéster absorben menos y son más rígidas que las de pelo natural

Otra característica fundamental de una brocha es el tipo y distribución de sus cerdas. Por lo general, se elaboran con pelo de animal -jabalí, marta y cerdo-, o de material sintético -poliéster, nailon-. Las cerdas de pelo son las más indicadas para aplicar barnices, pinturas al aceite, etc. Las de poliéster tienen una menor absorción, son más rígidas que las de pelo natural y sufren un desgaste mayor que las de nailon por rozamiento. Se utilizan para aplicar pinturas al agua. Respecto a las de nailon, son similares a las de poliéster, pero tienen una mayor resistencia a la abrasión.

En el mercado también se pueden encontrar mezclas con polímeros (fibras) que imitan a la cerda natural. Este tipo de cerda se utiliza para la aplicación de pinturas con base agua, ya que son pocas las composiciones químicas que pueden aguantar la acidez de las acetonas o disolventes.

Rodillos

El rodillo es el sistema óptimo para un trabajo rápido en superficies de gran tamaño, de forma uniforme y con pocas manos de pintura. Hay rodillos de muchos tamaños y composiciones, para pintar desde un zócalo hasta una fachada.

  • Rodillos de lana. Son los más indicados para muros o fachadas y grandes superficies. La lana de este tipo de rodillos puede ser sintética o natural y de pelo corto o pelo largo. La elección de uno u otro modelo depende de la superficie y la pintura que se va a usar. Los rodillos de pelo largo son los más apropiados con pinturas acrílicas o vinílicas sobre una pared con gotelé o irregular. Los de pelo corto están indicados para paredes lisas.

  • Rodillos de goma espuma. Este tipo de rodillo se utiliza con pinturas sintéticas, ya que el material de su composición permite un mejor acabado. Se pueden emplear en todo tipo de superficies.

  • Rodillos texturados. Son rodillos muy utilizados en pinturas decorativas, ya que imprimen en las paredes distintas texturas simulando un empapelado, rugosidad, madera, etc. Son aptos en toda la superficie o sólo en parte de ella.

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