Para lograr que los cajones se abran y se cierren con suavidad es aconsejable desmontarlos. A continuación se frotan las guías con cera de vela o con jabón seco. También se puede recurrir a los polvos de talco, que proporcionan idénticos resultados. En caso de que ninguna de las dos opciones haya servido para solucionar el problema, el siguiente paso será pasar una lija por las guías en la zona de rozamiento y aplicar de nuevo los productos anteriormente citados.
Otra de las causas por las que los cajones no funcionan correctamente suele encontrarse en los topes del fondo que no quedan al mismo nivel que el resto del mueble. Con fijarlos se arreglará el inconveniente.
Puertas de armarios atascadas
Las latosas puertas atascadas que no cierran bien pueden ser arregladas si se ponen en práctica los siguientes consejos. Esta puerta puede estar deteriorada por varios motivos. Dependiendo del motivo, su solución será una u otra.
Si se da el caso de que las dos puertas del mueble estén atascadas y que una de ellas se atasca en la parte de arriba y la otra en la de abajo significará que el mueble se encuentra mal asentado. En este caso la solución será calzar el mueble para de esta manera lograr el equilibrio.
Si es sólo una puerta la que está atascada porque el movimiento de rotación no se realiza correctamente, el problema estribará también en el mal asentamiento del mueble. Entonces, la solución también será calzarlo.
Si son las dos puertas las que se atascan, y lo hacen abajo, esto significará que el larguero ha dado de sí por los años que tendrá el mueble. La opción más conveniente consistirá en colocar el mueble a presión y poner un travesaño en el centro de la parte delantera del mueble.
Otra posibilidad es que la puerta esté atascada porque el mueble se haya hinchado. Para solucionarlo será recomendable desmontar la puerta y cepillar el segmento de madera deteriorado.
