A la hora de fabricar un aparador como el que se puede apreciar en la fotografía se ha optado por no recargarlo demasiado, al no cerrarlo, dejando a la vista todos los objetos que alberga y dándole un aspecto más liviano.
No se ha recargado en exceso con molduras y sus líneas son rectas, dispone de cuatro baldas en las que alojar objetos decorativos y dos cajones, que podrían emplearse como zapatero, debido a que sus dimensiones permiten utilizarlo en un hall pequeño de entrada a la vivienda. Colocando un perchero de pie a su lado y un pequeño espejo sobre su estructura, podría emplearse incluso como mueble vestidor.
Frente a la sencillez de líneas de su frontal sus laterales son bastante ornamentales, con una terminación curvada en su parte superior y el empleo de formas poligonales repetidas a lo largo de la madera. Para realizarlo reberá decidirse por un diseño, estamparlo y recortar con una sierra de calar su parte interior.
En este caso, para fabricar el mueble se ha empleado madera de roble. Para unir las diferentes piezas se ha utilizado cola de carpintero y clavos de punta perdida, mientras que para asegurar las baldas se han precisado unas escuadras, cuyo tamaño y resistencia debe de ser acorde con el peso de los objetos que quiere albergue el mueble, aunque en este caso son de reducido tamaño.
