Una jabonera a prueba de resbalones

Es importante que el recipiente donde se apoya la pastilla de jabón tenga una superficie rugosa para evitar pequeños accidentes
Por EROSKI Consumer 22 de mayo de 2003
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Imagen: Gonmi

En los hogares donde la pastilla de jabón no ha sido reemplazada por el jabón líquido, la jabonera sigue siendo un elemento fundamental. Si su superficie es demasiado lisa, se puede añadir la rugosidad necesaria pegando sobre ella pequeños botones, legumbres o pasta. Este artículo detalla las características y los usos de las pastillas de jabón y las jaboneras, las soluciones para evitar resbalones y dónde colocar estos recipientes.

Pastillas de jabón y jaboneras

En muchos hogares, la pastilla de jabón parece un elemento obsoleto, ya que ha sido sustituido por el jabón líquido. Pero todavía en otros tantos la pastilla sigue presente. En tales casos, también es necesaria una jabonera, es decir, el recipiente donde dejar el jabón junto al lavabo. Como para todos los demás objetos de la casa, se debe buscar que la jabonera cumpla de la mejor forma con sus objetivos funcionales y decorativos. Este artículo reseña algunos consejos al respecto.

Muchas jaboneras carecen de la rugosidad necesaria para evitar resbalones, sobre todo ciertos modelos fabricados en cerámica

En general, una jabonera es un recipiente con una ligera cavidad en la parte superior y de un tamaño un poco más grande que una pastilla de jabón (tiene unos 12 centímetros de largo por unos 10 de ancho). La superficie sobre la cual se apoya la pastilla de jabón debe ser lo bastante rugosa para evitar que esta se resbale. Tal rugosidad se obtiene a través de la existencia de estrías. También se logra en los casos en que la superficie de apoyo está conformada por barras, que pueden ser metálicas o de madera y que permiten que el agua se filtre y el jabón no se pegue.

Soluciones para evitar los resbalones

Muchas jaboneras carecen de esa rugosidad, sobre todo ciertos modelos de cerámica que son muy atractivos a la vista (muchos son parecidos a los «vaciabolsillos» o bandejitas). El problema es que esto provoca pequeños «accidentes», como resbalones de la pastilla de jabón. Por supuesto, no constituyen un gran inconveniente, pero ocasionan incomodidades como que el jabón se caiga al suelo o sobre los sanitarios y ensucie.

La solución para este problema es simple: generar en la superficie de la jabonera la rugosidad necesaria para impedir los resbalones de la pastilla de jabón. Para ello, se pueden emplear elementos que a menudo hay en cualquier casa. Uno de los más comunes son botones, en particular si son nacarados. La variedad de tamaños, formas y colores permite lograr excelentes combinaciones en el pequeño espacio de la jabonera. Otras posibilidades son el empleo de productos naturales o comestibles, como legumbres (lentejas, garbanzos, alubias) o piezas de pasta (las que vienen con forma de tirabuzones, de pajarita, etc.).

Con botones, legumbres o pasta, la jabonera ganará en seguridad y además será una pieza de decoración personalizada

Elegido el objeto que se ha de añadir a la jabonera, solo resta adherir las piezas con un pegamento de secado rápido. El diseño queda sujeto a la creatividad del autor. De esta manera, no solo se dota al recipiente de la cualidad necesaria para que la pastilla de jabón no resbale, sino que además se introduce una decoración personalizada.

El recurso de pegar pequeños objetos sirve para convertir una jabonera resbaladiza en una más segura, pero también para fabricar una jabonera nueva, a partir de un pequeño plato o de un «vaciabolsillos». Si se elabora una jabonera de esta forma, se añaden aún más posibilidades de originalidad.

Dónde colocar la jabonera

Un problema es que no siempre hay espacio donde colocar la jabonera. Una opción es empotrarla en la pared, pero a menudo no es posible (o no merece la pena) taladrar el tabique o pegar en él un objeto como este. En tales casos, lo apropiado es buscar un sitio donde dejar apoyada la jabonera. Muchos lavabos poseen un espacio junto al grifo que se convierte en el lugar idóneo donde colocarla.

En el mercado también se comercializan algunas jaboneras diseñadas de forma especial para cuartos de baño que carecen de espacio donde apoyar este recipiente (o para quienes gusten de ese diseño y opten por él, aunque sí tengan sitio). Son unas jaboneras metálicas que cuentan con unos soportes preparados para introducirlos en los agujeros que hay en las paredes laterales de los lavabos o incluso para engancharse en ellas. De esa forma, la jabonera (y el jabón) quedan justo por encima del lavabo, una alternativa muy apropiada para cuartos de baño pequeños en los que hay que aprovechar al máximo cada centímetro cuadrado.

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