Aconsejan moderación y planificación a la hora de comprar los juguetes navideños

Los criterios de los padres deben influir en la elección de los regalos
Por EROSKI Consumer 29 de noviembre de 2002

A menos de un mes para las navidades, son muchos los padres que se preparan para comprar a sus hijos los típicos regalos navideños en forma de juguetes. Los niños reciben cada vez más juguetes en tan significativas fechas, llegando en la mayoría de los casos al exceso. «Hay sobreabundancia de juguetes y el niño no valora el esfuerzo que sus padres han realizado por comprar todo lo que ha pedido, además de que ante tantos regalos el niño no disfruta de todos», explica la psicóloga Pilar Alberquillas.

En los hogares españoles hay cada vez menos niños y más adultos, con lo que son más personas a la hora de regalar, lo que hace que muchas veces los pequeños se encuentren con juguetes repetidos y que casi no se acuerden de todos.

Esta situación puede ser contraproducente para los menores, según recalca la profesora de Psicología de la Universidad de Málaga María Jesús Fuentes. «Con tantos regalos, los padres están dando mensajes implícitos a sus hijos que no son los más adecuados, puesto que lo que les llega a ellos es que tienen una gran cantidad de cosas a sus disposición, que se pueden consumir y que cuantas más tengan mejor», según Fuentes.

Elegir bien los regalos

Los expertos aconsejan a los padres moderación a la hora de comprar y elegir qué van a regalar a sus hijos. «Hay que medir un poquito y ver qué es realmente lo que necesita el niño», apunta Alberquillas. La moderación no sólo debe ser paterna sino también en toda la familia. «Los padres deben ponerse de acuerdo con los abuelos, los tíos y demás parientes, sobre lo que verdaderamente necesita el niño y distribuirse lo que hay que regalar», matiza la profesora de la Universidad de Málaga.

Tampoco basta con elegir únicamente para el regalo de Navidad juguetes educativos, sino que se puede optar por cualquier tipo de producto siempre que los padres trasmitan el uso adecuado del obsequio. «Se les debe explicar para qué sirven y cómo funcionan, además de intentar fomentar que se juegue siempre con los amigos», precisa Fuentes.

En la elección de los regalos deben influir los criterios de los padres. «Si no quieren fomentar una actitud violenta en sus hijos apenas les regalarán juguetes bélicos, pero hay que tener en cuenta que con cualquier producto un niño puede jugar a lo que quiera debido a la gran imaginación que tienen», explica Fuentes.

Incidencia de la televisión

Los anuncios de juguetes en la pequeña pantalla inciden de lleno en los niños, quienes a partir de los tres años comienzan a pedir en su carta a los Reyes Magos lo que impere en la televisión. Esto lo tienen muy claro los fabricantes de juguetes, quienes desde primeros de noviembre intensifican el número de anuncios en las diferentes cadenas, sobre todo a la hora de los dibujos animados.

«Los padres tienen que intentar que sus hijos no se dejen arrastrar por la publicidad y comentarles y despertarles las ganas por otros tipos de juegos. Tampoco está mal que les cuenten con qué se divertían ellos cuando eran pequeños», relata la profesora de Psicología María Jesús Fuentes.

Los pedagogos, por su parte, recomiendan una serie de juguetes adecuados para cada edad, «aunque los padres tienen que realmente decidir qué es lo que necesitan sus hijos y qué es lo más adecuado para su desarrollo», insiste Alberquilla.

A pesar de que los padres continúan regalando juegos educativos, los fabricantes señalan que los pequeños se decantan más por las consolas de videojuegos y los nuevos ordenadores fabricados especialmente para niños, sobre todo si tienen hermanos mayores o a los padres les gusta la informática.

La ilusión de desempaquetar

Lo que más les gusta a los niños la noche de los Reyes Magos o de Papa Noel es el desempaquetar los regalos. «Cuanto más mejor», asegura la psicóloga Pilar Alberquillas. Sin embargo, una vez que se abren todos los paquetes, la ilusión de los niños decae y es entonces cuando comienzan a jugar con lo que más les ha gustado.

«Pero este juguete no tiene por qué ser el más caro o el más grande, sino que incluso con lo que más se divierten es con las cajas vacías, debido a su gran imaginación», comenta la psicóloga.

Y es que el papel de regalo es uno de los factores que más llaman la atención de los niños, junto al tamaño del paquete. Tanto es así que algunos expertos aconsejan siempre envolver los regalos para mantener la ilusión del qué será, además de incluso introducir una tarjeta en la que se ponga el nombre de quién regala y a quién, como por ejemplo «de Gaspar para Carlos».

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