Con la llegada del buen tiempo proliferan los anuncios de los llamados productos milagro, aquellos que nos garantizan acabar con la flacidez y las acumulaciones de grasa en nuestro cuerpo, sin esfuerzo y en pocos minutos. El problema es que en raras ocasiones se suelen alcanzar los ansiados resultados publicitados.
Para combatir el fraude que representan muchos de estos productos, la Junta de Andalucía ha puesto en marcha un plan pionero para suspender la publicidad y retirar estos artículos del mercado sin necesidad de que exista denuncia previa de los consumidores. Si se comprueba que el producto no se corresponde con las virtudes que pregona, la Dirección de Consumo de la Junta tramitará el cese de la publicidad, y retirará el artículo en cuestión si representa un riesgo para la salud. Las sanciones irán desde los 150 hasta los 600.000 euros. El primer producto que se está analizando son los electro-estimuladores, esos aparatos que garantizan unas espectaculares abdominales sin necesidad de moverse del sofá del salón.
«La evidencia científica de estos productos no está demostrada. No se puede adelgazar con salud y rapidez en un solo día», señala Purificación Gálvez, coordinadora del III Plan Andaluz de Salud, dentro del cual se incluye esta iniciativa. La Junta de Andalucía actuará sobre los cosméticos, productos magnéticos como pulseras de la tensión y, fundamentalmente, adelgazantes. En definitiva, contra toda evidencia de fraude en las terapias alternativas.
El auge de este tipo de terapias en los últimos años ha hecho saltar la alerta entre los expertos. La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) ha elaborado una lista de productos adelgazantes milagrosos. Los profesionales advierten de que las pastillas pueden arrastrar consecuencias mortales en situaciones extremas.
Los productos de belleza e imagen aumentan con la llegada del buen tiempo. En España, el mercado en torno al adelgazamiento mueve 42 millones de euros al año, según la SEEN. El 18,5% de este volumen, cerca de 1.300 millones de pesetas, corresponde a píldoras milagrosas. Las terapias alternativas no son nuevas: fajas, cremas, cápsulas… La lucha contra los productos milagro tampoco. Sin embargo, hasta el momento, este pulso ha sido inútil porque, aunque hay un marco legal definido, era difícil actuar si no existían denuncias previas de los consumidores y cuando se producían no llegaban a ningún lado.
Denuncias de los consumidores
La Asociación de Consumidores y Usuarios de Andalucía (FACUA) ha denunciado en los últimos tres años más de 20 productos milagro diferentes y, la inmensa mayoría, siguen todavía hoy en el mercado, asegura el portavoz de la organización, Rubén Sánchez.
«Si la Junta ha decidido actuar bienvenido sea, pero hasta ahora la Administración no ha hecho demasiado», señala Sánchez sobre la iniciativa del Gobierno andaluz. FACUA tiene muy claro que este tipo de productos sólo pretende «engañar al consumidor», lo que representa de manera clara un «fraude en toda regla». «Hay competencias y leyes para aplicar, y no se tienen que inhibir responsabilidades», añade.
Uno de los últimos productos denunciados por FACUA fue un moldeador al que se le atribuyen propiedades adelgazantes espectaculares con pretendida finalidad sanitaria. La estrella de este mercado son los adelgazantes, que se ofrecen sin ningún tipo de trabas. «No queda muy claro de quién son las competencias y, al final, estas empresas se van de rositas», sentencia Rubén Sánchez.
«Este mercado mueve decenas de millones de euros. Ya no se trata de un fraude marginal, sino de una operación a gran escala», señala el portavoz de FACUA. Los consumidores son muy estrictos en la interpretación de la Ley. Para ellos, el Real Decreto 1907/96 del Ministerio de Sanidad y Consumo deja claro que está «prohibido atribuirse propiedades adelgazantes».
