El cobro de la pensión, principal inquietud de los ancianos españoles, según un estudio

La mayoría de los jubilados puede hacer frente a sus gastos mensuales con la renta que recibe
Por EROSKI Consumer 14 de marzo de 2003

El cobro de la pensión da más quebraderos de cabeza a los ancianos españoles que la salud. Los números rojos de la libreta a principios de mes se han convertido en casi una obsesión para muchos mayores. «¿Que si me preocupa mi pensión? Pues claro, es mi única fuente de ingresos y dependo de ella para llegar a fin de mes», afirma José Antonio Ruiz, un jubilado malagueño de 73 años.

El testimonio de este hombre refrenda las conclusiones de un estudio elaborado por La Caixa de Cataluña: las pensiones se han convertido en la primera preocupación de los españoles mayores de 65 años. Según este barómetro sobre los hábitos financieros de la tercera edad, las pensiones son la primera preocupación para el 60% de los 1.400 entrevistados, mientras que la soledad o el aburrimiento se convierte en la primera inquietud para el 46%.

Ante esta inquietud manifiesta por llegar a fin de mes, los problemas de salud -uno de los temas que tradicionalmente siempre ha inquietado a los mayores de 65 años, que son casi siete millones en España-, caen hasta una tercera posición en las preocupaciones, con sólo un 39% de las respuestas.

El estudio de La Caixa revela además que la mayoría de los mayores puede hacer frente a sus gastos mensuales con la pensión que recibe, pero sólo un 25% tiene capacidad para ahorrar, a pesar de las últimas subidas. «A muchos nos gustaría ahorrar para dejar un pellizco en herencia a los hijos, pero con lo cara que está la vida es difícil», afirma Alberto Marín, jubilado de 81 años. Los pensionistas encuestados para el informe cobran una media de 670 euros, mientras que en los hogares unifamiliares la cifra es inferior en casi 180 euros (503).

«Preocuparse demasiado por la salud no sirve para nada. Yo, afortunadamente, no tengo ninguna enfermedad y me preocupa más llegar a fin de mes», asegura Salvador Llanes, albañil jubilado que cobra 400 euros al mes. La salud de los jubilados ya no es tan frágil como hace algunos años. Los mayores españoles gozan de buen estado físico -la mayoría de los que requieren cuidados médicos se encuentran en una media de edad superior a los 80 años- y cada vez la esperanza de vida es más larga. Esto hace que las visitas al médico hayan pasado a un segundo plano y que haya un mayor interés por los ingresos económicos. De hecho, entre las diez primeras preocupaciones recogidas por el estudio, cuatro de ellas tienen que ver con el dinero (pensiones, nivel de vida, coste de las residencias para mayores y coste de las viviendas).

Otro de los tópicos de la jubilación es el aburrimiento que conlleva el excesivo tiempo libre con que cuentan los mayores. Es la segunda preocupación, pero cada vez son más los que saben cómo sacarle el máximo rendimiento a su tiempo. «Yo me aburría cuando pasaba ocho horas al día a manos del volante; ahora estoy encantado y tengo tiempo para mí», comenta Manuel Rodrigo, conductor que se retiró hace un par de años. En el caso del aburrimiento, hay una gran diferencia entre las personas que viven con sus hijos y los que no. El 65% de los que viven solos ven en la soledad un problema importante. Este porcentaje se reduce a casi la mitad cuando se convive con los hijos.

Otro de los problemas es que las actividades de ocio implican un gasto que no se pueden permitir muchos jubilados. «Para realizar cualquier cosa hace falta dinero, y la paga de 60.000 pesetas limita mucho», dice Carmen Parejo, que cobra una pensión de viudedad.

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