Pólizas de asistencia familiar

La diferencia en el presupuesto anual puede llegar a superar 100 euros por persona, en función de la localidad de residencia
Por Rosa M. López-Maroto 20 de diciembre de 2009
Img familia feliz

Las pólizas de asistencia familiar son uno de los formatos aseguradores más completos. Es un seguro abierto que, a las garantías básicas, suma otras opcionales en función de las necesidades de cada familia. Respecto a su precio, residir en una u otra localidad influye de manera decisiva en la cuota que debe abonarse: la diferencia entre poblaciones puede superar 100 euros anuales por persona.

Evitar duplicar garantías

Una póliza de asistencia familiar asegura a un número ilimitado de miembros de la familia, aunque a medida que la lista de beneficiarios aumenta, mayor es el desembolso. A las garantías básicas añade otras opcionales en función de las necesidades de los padres, abuelos o hijos que convivan juntos. La mayor parte de las aseguradoras comercializa estas pólizas, por lo que resulta sencillo escoger entre una amplia gama de productos a partir de unas condiciones de contratación mínimas. El precio no difiere mucho entre unas compañías y otras, sino que se establece en función de las coberturas seleccionadas, del capital asegurado y del lugar de residencia. Este último es un factor clave. Residir en una u otra población puede suponer una diferencia en el pago anual del seguro superior a 100 euros por persona. Las más baratas son las poblaciones con menor número de habitantes y alejadas de los grandes núcleos urbanos.

El precio de la póliza se establece en función de las coberturas seleccionadas, del capital asegurado y del lugar de residencia

Antes de suscribirlas, conviene analizar las necesidades reales del asegurado y de su familia: qué coberturas necesitan, las prioridades de los servicios y, sobre todo, cerciorarse de que las garantías no se dupliquen a través de otro seguro contratado con anterioridad. No es una cuestión baladí, ya que es corriente tener un seguro médico, de accidentes o de decesos, que puede anular o minimizar los efectos de la póliza familiar. Es preciso analizar las coberturas de cada póliza y comparar las prestaciones. Con esta fórmula se consigue aligerar el presupuesto, al desechar las garantías opcionales que estén bajo la cobertura de otro seguro. Pueden ahorrarse entre 20 y 50 euros cada año por persona asegurada.

En cualquiera de los formatos de este seguro se puede realizar el abono en diferentes modalidades: mensual, trimestral, semestral o anual, sin ningún tipo de recargo.

Garantías básicas

Este producto contempla servicios fijos, como el seguro de decesos y el de asistencia en viajes. En función de cada oferta, se aceptan coberturas para cada tramo de edad del asegurado (niños, adultos o mayores de 65 años). El seguro de decesos, el más importante y que supone un mayor desembolso anual, tiene como principal incentivo las prestaciones derivadas del servicio fúnebre, el traslado nacional e internacional en caso de fallecimiento y, en las pólizas más innovadoras, un servicio de guardería desde el día de la muerte de un asegurado. La asistencia domiciliaria a la familia, los hijos y acompañantes del fallecido son otras coberturas. Incluso en algunas modalidades se tiene derecho a atención psicológica, siempre bajo determinados supuestos.

Cubrir la asistencia en viajes implica correr con los gastos médicos de urgencia a consecuencia de una enfermedad o accidentes graves en el extranjero, un depósito de fianza por hospitalización fuera de España (entre 10.000 y 20.000 euros en ambos casos), intérprete y repatriación sanitaria por accidente o enfermedad graves ocurridos fuera de nuestras fronteras. Respecto al viaje en sí, los asegurados pueden solucionar diversos problemas: localización de equipajes, servicio de envío de documentos y objetos personales olvidados, reembolso por gastos de demora en la entrega de equipajes, por demora del viaje y pérdidas de conexiones o por la anulación del trayecto.

Garantías opcionales

Las garantías opcionales incluyen dos coberturas de gran utilidad, aunque con ciertas lagunas. Una de ellas es la médico-asistencial. Permite acceder a una amplia red de médicos y centros sanitarios, pero con unas tarifas establecidas. Conviene que quien desee prestaciones médicas más completas se decante por un seguro de salud, aunque resulte más caro. Los seguros familiares aportan la posibilidad de realizar cualquier consulta médica o psicológica de carácter orientativo, sin diagnóstico, a través de una línea telefónica. Otros servicios adicionales contemplan una segunda valoración para confirmar o modificar el primer diagnóstico, así como para indicar el tratamiento más adecuado, y la selección de hospitales y facultativos prestigiosos, tanto nacionales como internacionales. El servicio dental es otra alternativa a la que se puede optar a través de esta póliza, aunque tiene muchas limitaciones, ya que las prestaciones gratuitas son muy simples: revisión dental, consulta de urgencia, radiografías intrabucales o limpieza.

Las garantías opcionales pueden ser muy útiles, pero casi todas tienen grandes limitaciones

La contratación de un seguro de carácter familiar da opción a un servicio de protección jurídica. Tiene ciertas limitaciones, ya que se circunscribe a la asistencia jurídica especializada, reclamación de daños, defensa penal, tramitación de expedientes de jurisdicción voluntaria, actuaciones notariales y tramitación de sanciones por circulación de vehículos a motor. En las pólizas que incluyen este servicio se pueden hacer consultas con abogados y procuradores sin coste adicional para el asegurado, pero sólo en la primera cita.

Otra garantía que se puede incluir en las pólizas familiares es la hospitalización por intervención quirúrgica, que da derecho a un subsidio diario en caso de internamiento. Su cuantía dependerá del capital asegurado: si es por una base de 10.000 euros, el pago diario sería de 10 euros. También se puede contratar la sustitución de la unidad básica de enterramiento por un nicho o sepultura individual a máxima temporalidad para cada asegurado, y es posible acceder a la asistencia a residentes en España, aplicable a los asegurados de nacionalidad europea que residan en nuestro país.

Tarifas

El precio de las pólizas varía en función del número de titulares, de las garantías opcionales que se suscriban, así como del capital asegurado y de la edad de los beneficiarios. Una póliza con todas las garantías (básicas y opcionales) para una persona puede oscilar entre 200 y 300 euros, mientras que para una familia de cuatro miembros será de entre 500 y 700 euros. Estas cifras serían aplicadas para los asegurados que tuviesen su residencia en una gran capital, puesto que si la vivienda estuviese ubicada en medianas o pequeñas poblaciones tendría un coste menor, desde 120 euros (para un asegurado) a una franja de entre 400 y 500 euros (para una familia de cuatro personas).

Quienes, por cualquier circunstancia, decidiesen descartar las garantías opcionales, rebajarían su gasto. El dinero que debe destinarse a una póliza básica para cuatro asegurados bajaría en casi 100 euros al año, mientras que si se suscribe para un solo titular, la rebaja llegaría hasta los 20-40 euros, en función de su edad y la localidad donde resida.

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