Cuatro pasos para pagar menos por tus deudas

Las familias que se vean agobiadas para saldar las deudas que tienen con los bancos pueden seguir varias pautas para abonar menos dinero cada mes
Por José Ignacio Recio 29 de marzo de 2016
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Imagen: Danilsa Burgos

La mejor forma para saldar las deudas contraídas con los bancos es finiquitar las operaciones con rapidez y disponer de nuevo del mismo poder adquisitivo que antes. Pero si esta estrategia no es posible, no queda más remedio que seguir los cuatro pasos que se recomiendan a continuación para pagar menos por las deudas cada mes: reunificarlas, revisar el contrato, finiquitarlas cuanto antes y conseguir aplazamientos sin intereses.

Imagen: Danilsa Burgos

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Uno de los mayores problemas que deben afrontar las economías familiares es la amortización de su deuda, que en algunos casos puede dispararse como consecuencia de la acumulación de hipotecas, créditos personales, líneas de financiación a través de sus tarjetas y hasta algún que otro microcrédito rápido. Al final, no quedará más remedio que hacerlas frente en los plazos establecidos, lo que, en cualquier caso, afectará a sus relaciones con el consumo y a su poder adquisitivo.

No es de extrañar que, ante esta situación, los afectados traten por todos los medios de pagar menos cantidades todos los meses. Será un objetivo difícil de cumplir, pero no imposible. Para ello, habrá que cambiar de estrategia y, a través de una serie de consejos, podrán llegar a final de mes con el saldo de su cuenta corriente menos apretado y hasta con la posibiliad de destinarlo a otras finalidades: reformar el hogar, matricularse en la escuela de idiomas o disfrutar de unas vacaciones junto a la familia.

  • 1. Reunificar las deudas

    Si el endeudamiento contraído procede de varias líneas de crédito (hipotecas, consumo o de las propias tarjetas), siempre quedará el recurso de reunificarlas en un mismo producto. Como consecuencia de esta estrategia comercial, la cuota mensual para pagar toda la deuda será menor y hasta puede que se establezca con una diferencia más que apreciable. No obstante, habrá que asumir un coste por la operación, es decir, un alargamiento en los plazos de amortización que, de cualquier forma, supondrá que las familias tengan que vivir más tiempo debiendo dinero a los bancos o intermediarios financieros.

  • 2. Revisar el contrato

    Si por cualquier circunstancia no se pueden asumir las deudas contraídas, no quedará otra que reunirse con el banco y explicar la situación. Seguro que se llega a la conclusión de que la mejor manera para aceptar los pagos será imponer nuevas condiciones al contrato, lo que pasa por ampliar el periodo de devolución en función del estado económico del cliente. De ser aceptado, a partir de su revisión, dispondrá de unas cuotas mensuales menos exigentes, aunque el tipo de interés sea el mismo.

  • 3. Finiquitar rápido la operación

    No hay fórmula más expeditiva para conseguir estos fines que cerrando estas operaciones lo más rápidamente posible, al menos en alguna de las líneas de crédito solicitadas y como estrategia más satisfactoria para no eternizar la deuda. Muchos créditos están comercializados bajo condiciones muy flexibles que permiten amortizarla con rapidez: al principio habrá que pagar más dinero, aunque también se tendrá la certeza de que se saldrá antes de esta coyuntura para gozar del nivel previo a la concesión de estas vías de financiación.

  • 4. Optar por aplazamientos sin intereses

    Una de las consecuencias de ser portador de una deuda bancaria es que, con toda seguridad, será mucho más difícil llegar a final de mes, y hasta puede que se tengan problemas para realizar las compras diarias en el supermercado, los comercios, etc. Para aliviar estas situaciones, y evitar endeudarse con la demanda de otros créditos, la estrategia más acertada pasa por utilizar tarjetas que están diseñadas para hacer estas adquisiciones bajo unas mejores condiciones de contratación, ya que que permiten el aplazamiento de sus abonos por un periodo de hasta seis meses, sin ninguna clase de intereses, ni comisiones.

    ¿Cómo evitar estas situaciones?

    Para no tener que agobiarse de nuevo con las deudas, se pueden adoptar una serie recomendaciones en el momento de solicitar un crédito. Ayudarán a que la deuda no se dispare en exceso y no costará nada llevarlas a la práctica.

    • Decantarse por los créditos más competitivos del mercado y, en cualquier caso, evitar las ofertas de las plataformas financieras que apliquen intereses superiores al 25%.
    • Aportar la nómina o la condición de cliente activo del banco, lo que llevará a la obtención de unos créditos más favorables e incluso sin intereses, como en el caso del adelanto de una o varias nóminas.
    • Tratar de buscar los créditos que estén exentos de comisiones y otros gastos en la gestión. Será un buen principio para que el endeudamiento no se potencie a través de otros desembolsos ajenos a la vía de financiación en sí.
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