¿Necesita un préstamo personal? ¡Cuidado con las comisiones!

Aunque el tipo de interés se lleva todo el protagonismo cuando se trata de buscar financiación, las comisiones pueden encarecer mucho el préstamo
Por Javier Mezcua, Helpmycash 9 de septiembre de 2015
Img prestamospersonales
Imagen: GotCredit

A pesar de que el tipo de interés es el centro de todas las miradas cuando se habla de préstamos personales, hay varios gastos extra que pueden encarecer el coste final de un crédito. Son, sobre todo, comisiones y, más en concreto, los gastos de apertura, estudio, amortización anticipada y mantenimiento de la cuenta corriente asociada. A todas ellas se refiere el presente artículo.

Sin intereses, pero con comisiones

El interés de los préstamos personales es un aspecto que se debe tener en cuenta a la hora de comparar ofertas. pues a los bancos les gusta convertir ese tanto por ciento en el centro de atención. Pero no hay que olvidar que el coste final de un crédito no se compone solo del tipo de interés, sino que hay otros factores que pueden incrementarlo. No debemos permitir que un tipo de interés especialmente atractivo oculte gastos excesivos.

Prueba de que el interés no siempre es lo más importante son los préstamos al 0%. ¿Significa eso que son gratis? Nada más lejos de la realidad. Los préstamos personales al 0% no generan intereses, pero tienen comisiones asociadas que al final suponen un gasto igual o mayor de lo que supondría tener un interés del 5% o del 6%.

Un ejemplo: un préstamo de 5.000 euros a un año al 0%, con una comisión de apertura del 3% y una comisión de estudio de 100 euros, costaría lo mismo que un crédito sin comisiones con un interés del 9% y cuotas mensuales. Si bien los préstamos al 0% son un caso excepcional y la ausencia del interés solo se aplica sobre créditos a corto plazo o de bajo importe, en los que sale más a cuenta aplicar una comisión sobre el dinero prestado, son una prueba más de que el interés no lo es todo.

De ahí la importancia de la TAE al comparar ofertas, ya que se trata de una medida que incluye tanto el rendimiento que genera el dinero prestado como las comisiones. En el ejemplo anterior, el préstamo al 0% tendría una TAE del 10%, mientras que un préstamo de las mismas características con un interés del 9%, pero sin comisiones, tendría una TAE del 9,38%.

Tres comisiones que encarecen los préstamos personales

Las tres comisiones más habituales que aplican los bancos sobre los préstamos son la comisión de apertura, la de estudio y la de amortización anticipada. Las dos primeras no dependen del prestatario y evitarlas o no dependerá de encontrar un banco que no las cobre o de negociar con la entidad. La tercera está ligada al comportamiento del titular del préstamo y solo se cobrará si se amortiza de forma anticipada el capital.

  • 1. Comisión de apertura: se cobra para compensar a la entidad por la formalización de la operación. Suele aplicarse en forma de tanto por ciento sobre el capital prestado con un mínimo. En ocasiones se aplica una cuota fija, pero no es lo más habitual.
  • 2. Comisión de estudio: se carga por los gastos que le supone a la entidad el estudio de la viabilidad del préstamo y por el análisis de la operación. Al igual que la anterior, acostumbra a cobrarse en forma de tanto por ciento con un mínimo.
  • 3. Comisión por amortización anticipada: esta comisión sirve para compensar a la entidad por la devolución anticipada del capital, ya que en ese caso el prestamista pierde los intereses que se hubiesen generado en las siguientes cuotas. Si se opta por realizar una amortización total anticipada, es importante valorar si lo que se ahorrará en intereses compensa la penalización que se tendrá que pagar.

Otro gasto sobre el que hay que tener especial cuidado es la comisión de mantenimiento de la cuenta corriente asociada. Cuando se formaliza un préstamo en una entidad bancaria, suele ser requisito indispensable la apertura de una cuenta corriente en la que se domiciliarán las cuotas del préstamo. En ese caso, es importante comprobar que la cuenta no tiene comisiones de mantenimiento ni por apuntes, ya que pueden encarecer considerablemente el préstamo.

500 euros de diferencia

Supongamos que solicitamos un préstamo de 10.000 euros a devolver en cinco años con un tipo de interés nominal del 7% y cuotas mensuales. Si el préstamo no tiene comisiones y no se realiza ninguna amortización anticipada, al final del préstamo se habrán pagado 1.880,75 euros en concepto de intereses. Ahora imaginemos que el mismo préstamo tiene una comisión de apertura del 2% y una comisión de estudio del 0,5%. Eso significa que, además de los 1.880,75 euros, se tendría que desembolsar al inicio del préstamo 250 euros, una cifra que supone algo más del 13% de lo que se pagará en concepto de intereses. Y si además sumamos una comisión de mantenimiento en la cuenta asociada de 50 euros anuales, una cifra no demasiado elevada, al final del préstamo habremos pagado 250 euros más. Hemos pasado de 1.880,75 euros a 2.380,75 euros.

Negociar y comparar, la solución idónea

Lo mejor antes de contratar un préstamo personal es comparar las distintas ofertas. Es importante fijarse en el tipo de interés, pero no hay que olvidar las comisiones. Y si alguna oferta resulta muy atractiva, pero tiene alguna comisión que no se quiere abonar, siempre se puede negociar con la entidad.

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