Tarjetas de crédito. Financiando nuestras compras.

Estas tarjetas nos otorgan un determinado importe de crédito del que podemos disponer cuándo y cómo queramos
Por EROSKI Consumer 14 de enero de 2003

Una de las mejores formas que existe para poder pasar tranquilo estas y otras épocas en las que el gasto puede superar al ingreso mensual es el uso de tarjetas de crédito. No se trata de un recurso muy empleado en España, dónde tan sólo el 30% de los españoles la utiliza, aunque sí en otros países como EEUU.

La tarjeta de crédito es una tarjeta que emiten normalmente entidades financieras y algunas empresas importantes relacionadas con el consumo, como cadenas de hipermercados, de ropa, etc.

La entidad que la emite, concede un determinado importe de crédito al solicitante del que éste puede disponer cuándo y cómo quiera. Normalmente, lo gastado durante el mes debe reponerse al iniciarse el siguiente mes sin pagar intereses; no obstante, si el importe a pagar es elevado uno puede solicitar el cambio de la forma de pago y pasar a pagar en cómodos pagos mensuales de importe fijo o un porcentaje sobre el saldo dispuesto. En el caso de pago aplazado, deberemos además pagar intereses por la financiación.

Normalmente, las tarjetas emitidas por entidades financieras se pueden utilizar para disponer de metálico en cajeros y para pagar compras en distintos comercios, mientras que las emitidas por empresas de consumo suelen ser para pagar las compras solamente en sus propios establecimientos, lo que además suele permitir participar en determinadas ofertas y descuentos de la entidad.

El coste de estas tarjetas puede rondar entre los 15 y los 60 euros anuales por emisión /renovación dependiendo del tipo de tarjeta, si bien las entidades de consumo las suelen dar gratuitamente, pues lo que buscan es fidelizar al cliente, quien sabe que tiene crédito para comprar en sus establecimientos.

El tipo de interés en caso de pago aplazado en estas tarjetas es alto y puede rondar entre un 12 y un 20% nominal anual.

Ventajas principales

Crédito automático: tenemos un límite utilizable en cualquier momento, sin necesidad de papeleos.

Flexibilidad para pagar: totalidad a primeros de mes, en cuotas fijas, a porcentaje sobre el saldo y posibilidad de adelantar los pagos.

Inconvenientes

Tipo de interés elevado para financiar. Si el plazo de financiación es largo y el importe también seguramente sería mejor pedir un préstamo consumo en nuestra entidad bancaria.

Debemos ser conscientes de lo que gastamos con ella pues puede hacer que consumamos más de lo que teníamos previsto.

Requisitos para tener una tarjeta de crédito

Para conceder una tarjeta de crédito la entidad emisora nos solicitará datos que demuestren nuestra solvencia. En función del límite de estas tarjetas nos pedirán más o menos información. Normalmente, hasta 600 euros suele bastar con una tener nómina domiciliada pero para importes superiores, se suele pedir declaración de renta y a veces declaración firmada de los bienes que se poseen. En cualquier caso, cada entidad tiene su política y puede decidir concederla o denegarla en función de la misma.

Ejemplo

Supongamos que tenemos una tarjeta de crédito que nos permite pagar compras en un determinado establecimiento hasta un importe máximo de 3.000 euros. La tarjeta, normalmente nos cobra el importe dispuesto al mes siguiente sin cargarnos interés alguno. Sin embargo, esta vez hemos gastado 2.000 euros y nos interesa pagarlos en 4 plazos. Después del gasto notificamos a la entidad que queremos pagar en 4 meses. Suponemos que el tipo de interés es del 15% nominal anual.

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