El Gobierno catalán ha aprobado el Proyecto de Ley de creación de la Agencia Catalana del Consumo, cuyo cometido será proteger de los derechos de los consumidores y usuarios. Este nuevo organismo se encargará de informar, formar, educar, mediar o arbitrar, entre otras, entre los consumidores y las instituciones.
Este nuevo organismo, que sustituye a la Subdirección General de Consumo y al Instituto Catalán del Consumo, responde a las «necesidades crecientes de información» del consumidor, según las propias palabras del consejero catalán de Comercio, Turismo y Consumo, Pere Esteve, que será el presidente de esta nueva institución.
En cuanto al consejo de dirección, estará formado por 32 miembros y un director, cargo que está previsto que ocupe el director general de Comercio, Raimon Serret. En el consejo de dirección estarán presentes, además de representantes del Gobierno, miembros de organizaciones de consumidores, de la Administración local, del empresariado y las cámaras de comercio y los sindicatos.
Entre sus misiones más relevantes, la agencia tendrá que definir, planificar y ejecutar las políticas de defensa y protección de los consumidores, así como llevar a cabo labores de prevención y controlar la disciplina del mercado y la formación y la educación para que los consumidores puedan conocer sus derechos.
En la misma línea, la Agencia fomentará la mediación y el arbitraje para resolver los conflictos en materia de consumo, y se prevé la colaboración y cooperación con todas las administraciones públicas que actúen en el ámbito del consumo y también con las instituciones europeas.