La mitad de los jóvenes de entre 16 y 34 años tardó más de un año en encontrar empleo tras finalizar sus estudios, y sólo un 28,1% logró un trabajo nada más terminar su formación. Los datos proceden de la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2009, realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en colaboración con la Oficina Estadística de la Unión Europea Eurostat.
La Encuesta tuvo como población objetivo a cerca de 12 millones de personas de entre 16 y 34 años. De ellos, el 51,4% eran hombres y el 48,6% mujeres. Además, más del 21 % tenía ambos progenitores de nacionalidad extranjera y prácticamente la totalidad (11.922.100 jóvenes, el 99,4%) cursó estudios oficiales.
Dentro del grupo analizado, el 18,8% de los jóvenes (más de 2,2 millones) realizó un trabajo remunerado mientras cursaba estudios oficiales. Otro 2,7% de los jóvenes lo hizo durante una interrupción de los estudios (vacaciones) y un 2,8% tuvo un empleo remunerado tanto durante los estudios como en una interrupción.
Por sexos, el 24,9% de las mujeres trabajó durante sus estudios, frente al 23,6% de los varones. Por edad, el porcentaje de personas que tuvo un empleo remunerado durante los estudios alcanzó el 28,5% en el tramo de 23 a 25 años.
El 65,5% de los jóvenes encuestados obtuvieron un empleo de más de tres meses de duración tras finalizar o dejar por última vez los estudios. Un 13,6% ya trabajaba en el momento de dejarlos y un 19,7% no encontró ocupación remunerada.
El porcentaje de hombres superó al de mujeres, tanto si iniciaron el empleo al finalizar los estudios (67,3% frente a 63,6%) como si ya trabajaban en el momento de dejarlos (14,1% frente a 13,1%). El porcentaje de mujeres que tardaron al menos un año en encontrar trabajo también fue superior al de los hombres, 51,1% frente a 48,8%. Además, el 29,1% de los hombres obtuvo empleo en menos de un mes tras finalizar sus estudios, frente al 26,9% de las mujeres.
Respecto a la duración del primer empleo relevante obtenido tras finalizar los estudios o desempeñado en el momento de terminarlos, la Encuesta refleja que uno de cada cinco jóvenes de 16 a 34 años lo mantuvo entre uno y dos años. Uno de cada tres lo desempeñó durante más de tres años. Al 14,7% de estas personas el empleo les duró menos de cinco meses. Por sexos, el porcentaje de mujeres supera al de los hombres en aquellos trabajos de menos de dos años, situación que se revierte en los empleos con una duración mayor de tres años (34,8% de varones y 31,9% de mujeres).
La mayoría de jóvenes que encontró empleo lo hizo a través de familiares o amigos (el 47,9%) o con el envío del currículum a una empresa (el 19,8%). Sólo un 2% decidió impulsar su propio negocio.
En cuanto al tipo de empleo, el 23,6% de los jóvenes que comenzó a trabajar cuando concluyó sus estudios lo hizo como trabajador de servicios de restauración y vendedores de comercio, un 17,2% como artesanos y empleados de la industria, construcción y minería, y un 15,7% desempeñó la categoría de no cualificado.