La ola de calor puede originar las facturas de electricidad más altas de todo el año

Se puede ahorrar haciendo un uso adecuado de ventiladores, ventanas y sistemas de aire acondicionado
Por EROSKI Consumer 6 de agosto de 2003

La ola de calor que estamos padeciendo puede resultar cara para los hogares con la llegada de las cuentas más altas de electricidad de todo el año, por el uso de climatizadores y ventiladores, y por los posibles apagones. Según datos de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), en el último mes el consumo eléctrico ha crecido un 10% respecto al mismo periodo del año 2002, alcanzándose el pasado 26 de junio un máximo histórico de verano.

Ante esta expansión del consumo, Unesa recomienda evitar el uso de aparatos de ventilación en las horas punta, que van de las 17:30 a las 20 horas, aunque asegura que el apagón se ha convertido en una excepción tras las inversiones del último año, que han mejorado la infraestructura de distribución, y los avances en la coordinación de las tareas administrativas.

Escoger el sistema activo o pasivo apropiado de refrigeración dependerá del tamaño del área a enfriar, el clima de la zona, la construcción de la casa, su orientación, el número de ventanas y su ubicación, y el nivel de aislamiento de la vivienda.

Ventiladores

Los ventiladores de techo son efectivos tanto si se utilizan solos como si se acompañan del aire acondicionado. Otra ventaja es que son económicos tanto en su adquisición e instalación como en su mantenimiento.

Su función consiste en hacer circular el aire, con lo que crean una agradable brisa que produce la sensación de frescor, sin enfriar el ambiente. Los ventiladores portátiles permiten ser transportados a distintas habitaciones.

Ventanas

En verano y durante el día no es conveniente abrir las ventanas, porque sólo se conseguirá igualar la temperatura del interior del edificio con el exterior. La ventilación cruzada se realizará entonces sólo con la puesta de sol.

Pero el vidrio multiplica la acción solar, por lo que es recomendable acompañarlo de películas reflectoras que transmitan luz pero no calor -muchos comercios hacen uso de estos paneles para que el sol no estropee productos del escaparate-, y cortinas.

El inconveniente de las pantallas solares es que bloquean la luz; a cambio no obstruyen la vista y proporcionan intimidad al impedir que los curiosos contemplen el interior de la vivienda.

Respecto a las cortinas, son más eficaces si son dobles y opacas, ya que los visillos actúan sólo como elementos decorativos. Ni capturan ni retienen el calor, y lo mismo ocurre con las persianas venecianas.

La primera defensa debe producirse en el exterior, para bloquear la luz solar antes de que entre por la ventana, con protecciones como los voladizos, las viseras, pérgolas, las lamas regulables, los enrollables de bambú y los toldos de color que reflejan la luz, porque los tejidos también ahorran energía.

Vegetación

Plantar un árbol en el lado noreste-sudeste o noroeste-sudoeste de la casa puede compensar la ganancia de calor en el hogar en verano, ya que las cantidades de vapor que emanan de las hojas de las plantas durante la fotosíntesis generan un microclima que reduce en varios grados el ambiente.

También es una ventaja que los árboles sean de hoja caduca, de modo que faciliten que penetre el calor en invierno. El césped también refresca.

Aislamiento

Los áticos son los que más sufren las oscilaciones climáticas, por lo que la mejor solución es su aislamiento. Desde el doble acristalamiento, que puede reducir las pérdidas del aire acondicionado hasta en un 50%, hasta el uso de burletes adhesivos de caucho en puertas y ventanas.

Se presume que el aislamiento térmico en las viviendas se pondrá de moda en los próximos años gracias a la Ley del Ruido. Otra opción es la fachada ventilada, en las que un movimiento convectivo ascendente en una delgada cámara de aire evita el calentamiento excesivo.

Aire acondicionado

Tener ventanas, puertas y el tiro de la chimenea abiertos mientras el aire acondicionado está en marcha, reduce su efectividad al escaparse el enfriamiento. Tampoco conviene abusar de este aparato, especialmente en las horas de sueño, porque desciende la temperatura corporal, y se deben aprovechar las brisas naturales de las noches de verano.

Por último, los filtros deben limpiarse y las mangueras reemplazarse regularmente, ya que con este hábito se puede reducir hasta un 10% el riesgo de enfriamiento y evitar infecciones.

Desde la eléctrica Unión Fenosa se recomienda un uso racional del aire acondicionado, ya que por cada grado de temperatura que se reduce en la programación del aparato por debajo de los 25 grados, se aumenta su consumo energético como mínimo en un 6%. También aconsejan los sistemas que incorporan la tecnología Inverter, que permite mantener la temperatura programada con un menor consumo.

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