Las familias españolas registraban en el primer trimestre de 2009 una riqueza neta mediana que ascendía a 178.300 euros, lo que supone una reducción en términos reales del 6,1% respeto a 2005 (189.800 euros). Ese descenso representa una caída de 11.500 euros en cuatro años, según la Encuesta Financiera de las Familias del Banco de España.
A pesar de ello, entre 2005 y el primer trimestre de 2009 la riqueza neta de los hogares ha aumentado de media un 3,6%, pese a la reducción de la renta mediana. Las disminuciones más acusadas en la riqueza mediana fueron para los trabajadores por cuenta propia. El estudio recoge también que en el primer trimestre de 2009 un 98,3% de las familias tenía algún tipo de activo, real o financiero, con un valor medio de 206.800 euros, lo que supone una reducción del porcentaje del 5,7% respecto a 2005.
Los datos del Banco de España indican que la vivienda es el activo más importante de las familias, ya que representa el 61,4% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares y un 54,8% del valor de los activos totales. Para los hogares que son propietarios de su vivienda principal, el valor mediano de la misma es de 180.300 euros. Entre 2005 y el primer trimestre de 2009, el porcentaje de hogares que es propietario de su vivienda principal ha experimentado un aumento, desde el 81,3% al 82,7%. Para los propietarios de su vivienda principal, el valor mediano de la misma ha disminuido un 6,9% en estos cuatro años. Estas pérdidas en el valor mediano se han producido en todos los niveles de renta.
También los porcentajes de los hogares con algún plan de pensiones (25,7%), fondo de inversión (5,6%) o acciones cotizadas (10,4%) disminuyen con respecto a 2005, una disminución generalizada, pero que afecta especialmente a los hogares de mayor renta y riqueza. Por el contrario, los depósitos a plazo han aumentado su peso en la cartera financiera de los hogares (del 14,7% al 25,9%).
Entre los hogares endeudados, la deuda mediana ascendía a 36.000 euros, un 7% más que en 2005. Un 50,1% de los hogares tenía algún tipo de deuda pendiente (49,5% en 2005). Entre los hogares donde no trabaja ningún miembro ese porcentaje se reduce hasta un 21,3% (15,2% en 2005).
