La Comisión Europea impondrá una multa de 100.000 euros al Colegio de Arquitectos de Bélgica porque considera que su sistema de honorarios, basado sólo en el valor de las obras o el precio del empresario, vulnera las normas comunitarias de la competencia.
Esta sanción se fundamenta en que el baremo de honorarios mínimos que utiliza el Colegio belga «establece que las remuneraciones de los arquitectos se calculen como porcentaje del valor de las obras realizadas por el empresario, y se aplica a todos los servicios de arquitectura que presten en Bélgica los proveedores independientes», informó el Ejecutivo comunitario.
Según Bruselas, dichos baremos «deben reflejar la competencia, eficiencia y costes del arquitecto -y quizás su reputación-» y no depender sólo del valor de las obras o el precio del empresario.
En cualquier caso, el Ejecutivo de la UE estima que el arquitecto «debe determinar los honorarios independientemente de sus competidores y de acuerdo con el cliente».
Por su parte, el comisario de la Competencia, Mario Monti, consideró que «los precios recomendados pueden confundir a los consumidores» sobre lo que puede ser un precio razonable por el servicio que reciben y si éste es o no negociable.