Las Cámaras de Comercio se desplazarán a los conventos de clausura para ayudar a las monjas a adaptarse al euro. Unas 800 de las 900 comunidades religiosas que hay en España tienen una actividad económica basada en las ventas de productos artesanales, textiles, licores o repostería. Sus clientes, además, hacen los pagos siempre en efectivo, lo que hace más necesario que en estos lugares se familiaricen con la nueva moneda para evitar falsificaciones.
Serán los técnicos especialistas en Oficinas Euro de las Cámaras quienes acudan a los conventos para explicar a las pelayas y clarisas, entre otras, cómo será el período de doble circulación, el canje en las entidades financieras, el aspecto físico de los billetes y las monedas, el redondeo de precios y la adaptación.
