6 formas de ahorrar energía en tu casa de alquiler

Usar alfombras de lana y tapar las ollas al cocinar son gestos que ayudan a pagar menos dinero por las facturas
Por Eva San Martín 29 de enero de 2019
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Imagen: Elnur_

Por vivir de alquiler, no hay que tirar la toalla del ahorro. Hacer que el piso sea más eficiente es posible, aunque parezca difícil. Existen trucos -desde ajustar la potencia contratada o tapar los bajos de las puertas- que ayudan a que una vivienda de alquiler gaste menos energía en electricidad y gas. Pero, además, otra forma de ahorrar consiste en pactar con el propietario pagar a medias o a plazos las mejoras realizadas durante el tiempo que estemos de alquiler, como puede haberlo sido instalar un termostato regulable. Y, si no, tras la mudanza siempre quedará llevarse, y aplicar, los siguientes trucos de ahorro energético a otro piso.

El gasto medio en electricidad de un piso es de unos 675 euros anuales, dice el ‘Panel de Hogares‘ de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Pero es que, además, gastamos otros 481 euros en gas.

1. Revisar la calefacción y limitar el termostato

A veces mantener a raya la calefacción es tan simple como escoger unas cortinas gruesas, incluso de lana, que aíslen bien, ya que ayudan a mantener el calor dentro de casa

Para ahorrar energía y dinero en el piso de alquiler, lo primero que toca es examinar la calefacción. ¿Es la adecuada o se puede obtener la misma eficiencia a un menor precio?

Otro modo sencillo de ahorrar calefacción es cuidar la instalación (por ejemplo, purgando los radiadores con regularidad), como también poner un termostato programable (los hay desde 30 euros), para que la calefacción se apague de forma automática a determinada hora o cuando alcance un nivel determinado.

Y, además, hay que intentar no poner la calefacción al máximo: se puede ahorrar mucho dinero si, en lugar de estar en camiseta, nos abrigamos con chaqueta, calcetines y unas buenas zapatillas y bajamos unos grados el termostato. Y es que la temperatura de confort en casa ronda los 20 o 21 grados y por cada grado de más se incrementa un 7 % el consumo energético, recuerda el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).

2. Decorar para ahorrar energía con lana y bambú

Alfombras, mantas de lana y hasta llenar una pared de libros son formas de aislar mejor el piso de alquiler, y sin necesidad de abordar grandes reformas. A veces mantener a raya la calefacción es tan simple como escoger unas buenas cortinas que aíslen bien. Valen unas que sean gruesas, e incluso de lana, ya que ayudarán a mantener el calor dentro de casa.

Y lo mismo ocurre con las alfombras. Si queremos reducir la factura de la calefacción, y mantener el piso de alquiler caldeado sin gastar tanto, no hay más que hacerse con una alfombra que sea gruesa, de un material similar a la lana o de fibras naturales de bambú o de coco. La clave es que este material minimiza las pérdidas de calor por el suelo, mientras que ayuda a crear un ambiente agradable y protege los pies del frío del suelo.

3. Ajustar la potencia de luz contratada, y no pagar de más

El coste total de las facturas eléctricas procede de la suma de dos conceptos: la potencia contratada y el consumo energético. La potencia contratada es una cantidad fija que se paga todos los meses con independencia del consumo hecho. Por eso es tan importante ajustar el valor al consumo real, y no pagar por algo que no estemos aprovechando.

Además, hay que revisar las distintas compañías para saber si existen más opciones y, en tal caso, decantarse por la que más interese. Y tranquilos, pues, aunque cambiemos de empresa, no tendremos corte de suministro eléctrico en ningún momento. Y, por supuesto, se debe intentar llevar un control del gasto, un gesto muy necesario para no tener sorpresas en la factura eléctrica.

4. Aprovechar el sol

El sol es un recurso de luz y calor que se puede aprovechar para ahorrar dinero en una casa de alquiler. Para ello, lo primero que hay que hacer es no encender la luz si podemos usar la del sol. Y cuando esta cae, debemos utilizar bombillas eficientes, de bajo consumo.

5. Cocinar con la olla tapada

Otro consejo importante, pero muy simple, es tapar la olla al cocinar. Con este gesto tan sencillo podremos ahorrar un 25 % de energía.

Y, además, para aprovechar bien el fuego, hay que tratar de usar siempre una olla igual o más grande que la zona de cocción. De esta forma estaremos ahorrando otro 20 % de energía. También hay ollas más eficientes que otras en la utilización del calor. Para recortar las facturas, basta con escoger una olla a presión: tardaremos menos en hacer el mismo plato y reducir hasta la mitad el consumo de energía.

6. Cuidar la nevera, y ponerla a 5 ºC

El frigorífico representa el 18 % del consumo eléctrico en casa, por lo que es esencial ajustar bien su temperatura, ya que cada grado adicional que bajemos hará que el gasto aumente un 5 %. Según el IDAE, la temperatura de la nevera debe ser de unos 5 ºC, mientras en el congelador de -18 ºC. Y si queremos optimizar su uso, toca alejar este electrodoméstico de fuentes de calor, como el horno, o de los sitios donde le dé el sol.

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