Acumuladores de calor, coste mínimo en calefacción y electricidad

Puntos a favor y en contra de una de las opciones más rentables para ahorrar en el consumo eléctrico así como en calefacción
Por EROSKI Consumer 2 de noviembre de 2006

Los acumuladores de calor se constituyen como una opción muy rentable para sacar partido a los mejores precios de electricidad. Y es que la gran ventaja de los acumuladores reside en que consumen de noche y calientan durante el día. Es por ello que este tipo de aparatos basa su funcionamiento en un ciclo de carga y descarga totalmente independiente, lo que contribuye al ahorro eléctrico. Los acumuladores suelen estar conformados por:

. Núcleo acumulador. Constituido por un conjunto de ladrillos refractarios de gran capacidad para almacenar calor. La temperatura máxima puede alcanzar entre los 600 y los 700º C.

. Resistencias eléctricas. Suelen estar blindadas y su función consiste en calentar el núcleo de forma uniforme hasta la temperatura indicada.

. Aislamiento térmico. Su misión principal es conservar el calor concentrado en el propio núcleo y evitar que la temperatura exterior del aparato esté por encima de los 90º C, según marca la normativa.

. Sistemas de control y seguridad. Se encargan de que tanto la carga como la descarga de calor se produzca en las condiciones más óptimas. Llevan incorporado un limitador térmico con el fin de no sobrepasar la temperatura máxima del núcleo.

Ventajas y desventajas

Entre los puntos más ventajosos de los acumuladores de calor sobresalen:

. Coste mínimo de calefacción. Dado que al emplear la denominada tarifa nocturna se saca provecho al precio más bajo de la electricidad, que resulta menos de la mitad que en la tarifa habitual.

. Fácil instalación. Se trata de aparatos independientes, lo que permite una colocación sin obra alguna y con un sencillo montaje, ya que van conectados a la propia instalación eléctrica de la casa.

. Este tipo de aparatos eléctricos está caracterizado por su limpieza y seguridad.

En cuanto a las desventajas se pueden señalar:

. Sus prestaciones no son las más adecuadas respecto a los aparatos de tipo dinámico, debido a que una parte de la descarga de calor se produce sin la manipulación del usuario. En este aspecto, los aparatos eléctricos convencionales son mejores.

. En comparación con los aparatos eléctricos comunes tienen un precio bastante más elevado. Además, existen grandes diferencias entre distintos fabricantes y modelos. Pese a ello, el coste de instalación resulta más económico y competitivo que el de una caldera o de un circuito de agua.

. En viviendas donde la instalación eléctrica no sea la adecuada será necesaria una reforma intensiva del propio montaje eléctrico.

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