Alarmas antirrobo

Una de las mejores maneras de proteger un hogar contra robos es mediante la instalación de un buen sistema de alarma adecuado a las características de la vivienda
Por EROSKI Consumer 11 de agosto de 2005

La idea de abandonar la casa en vacaciones, entre otros motivos, hace que cada vez sean más las personas que optan por instalar un sistema de alarma. Aunque la instalación de una alarma en un hogar no lo convierte en inviolable, sí proporciona una mayor seguridad a sus propietarios. Además, está demostrado estadísticamente que la probabilidad de que los ladrones entren en casas protegidas con un sistema electrónico de seguridad es tres veces menor que en aquellas que no poseen alarmas antirrobo.

El sector posee en el mercado gran diversidad de modelos de alarmas antirrobo debido a la creciente demanda por parte de los ciudadanos. De hecho, la instalación de este tipo de sistemas se ha convertido en algo habitual en las viviendas unifamiliares por el gran interés que despierta esta clase de construcción entre los ladrones.

La elección del tipo de alarma para la vivienda debe basarse en el grado de seguridad deseado y en las posibilidades económicas del usuario. Básicamente, existen dos sistemas de alarma: el conectado a una central y el sistema sin conexión. Este último es el más básico y cubre las necesidades de viviendas habitadas de forma continua ubicadas en un centro urbano. El funcionamiento de este tipo de alarmas es muy simple y consiste principalmente en emitir un sonido cuando se intenta acceder a la vivienda de forma violenta. Con ello se consigue ahuyentar al intruso y atraer la atención de los vecinos y transeúntes para que alerten a la policía.

Sin embargo, los sistemas más efectivos son aquellos que están conectados a una plataforma de alarmas, puesto que envían señales de alerta a una agencia privada de seguridad o a la estación local de policía. Al contratar un sistema de vigilancia con una empresa de seguridad, si salta la alarma en el domicilio del cliente, inmediatamente el dispositivo se pone en contacto con la central, la cual enviará a la policía o a su propia patrulla de vigilantes jurado al domicilio afectado. Este sistema de seguridad goza de un gran éxito especialmente en viviendas con jardín, en casas que se encuentren aisladas o simplemente para aquellas que están deshabitadas frecuentemente.

Dentro de esta clasificación básica, los sistemas de alarma se van diferenciando en varios tipos según los componentes que integren. Así, en el mercado se ofertan una serie de dispositivos que optimizan el funcionamiento de las alarmas, como pueden ser los siguientes:

–Sensores de puertas y ventanas: Se trata de pequeños interruptores magnéticos acoplados a puertas y ventanas que detectan la entrada de ladrones en el hogar. Cuando esto sucede, el sensor envía una señal por radio frecuencia a un equipo de seguridad.

–Sensores de movimiento: Actúan ante la detección de movimientos activando las alarmas visuales y/o sonoras. Su principal ventaja es la facilidad de instalación ya que los componentes son inalámbricos.

–Sensores de sonido: Este dispositivo se activa mediante la captación de sonidos como puede ser un fuerte golpe o la rotura de cristales.

–Sensores de infrarrojos: Su funcionamiento consiste en detectar la presencia de extraños por el calor corporal que desprenden, activando a continuación la alarma.

Por último, es necesario revisar la instalación una vez al año, que puede coincidir con la fecha de salida de vacaciones. También es recomendable disponer de un sistema para facilitar la desconexión en situaciones de falsa alarma al igual que un sistema de antisabotaje que evite manipulaciones del aparato principal de la alarma por personas ajenas a la vivienda.

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