Cómo eliminar las polillas de la ropa

Las larvas de polilla prefieren las prendas que han sido guardadas sin lavar
Por EROSKI Consumer 8 de diciembre de 2005

Las polillas pertenecen a la misma familia de las mariposas, ambas son insectos lepidópteros. Aunque existen más de 150.000 especies conocidas de lepidópteros, sólo un 10% son mariposas diurnas, el resto son mariposas nocturnas o polillas. Afortunadamente, de estas miles de especies de polillas sólo unas pocas son las que se pueden alimentar de la ropa almacenada en los armarios.

Las polillas se desarrollan mediante metamorfosis y han de pasar por las siguientes fases para completar su desarrollo: huevo, larva, capullo y adulto, que es el insecto que conocemos como polilla. Contrariamente a lo que se piensa sólo la larva de la polilla es la que daña los tejidos.

El proceso es el siguiente: cada polilla adulta pone más de 100 huevos de los que al cabo de unos días sale una larva que se desarrolla durante tres meses y que se alimenta de tejidos naturales procedentes de animales, tales como lana, piel, seda, etc. Después se forma el capullo del que sale el insecto adulto que es el que nos es más familiar y que es inofensivo para los tejidos.

Para evitar las polillas en nuestros armarios conviene saber que las larvas prefieren las prendas que han sido guardadas sin lavar o que no han sido usadas durante un largo periodo de tiempo. Por ello, debemos guardar la ropa bien limpia y libre de manchas. De igual modo, es conveniente aplicar a la piel una capa de grasa impermeabilizante que la proteja. Asimismo es recomendable guardar la ropa en bolsas o cestos de plástico, o en cajones herméticos.

También existen diferentes sustancias que actúan como repelentes de estos insectos:

–Antipolillas naturales. Están libres de sustancias químicas, por lo que no tienen efectos secundarios y no son perjudiciales para el medio ambiente, además mantienen la ropa con un agradable olor. Los más eficientes son:

-La lavanda, que se coloca seca entre la ropa dentro de pequeños saquitos de tela.

-Las mondas de naranja y de limón secas, que colocadas entre la ropa resultan también efectivas.

-El aceite de cedro, un repelente natural que podemos colocar dentro de los armarios en un recipiente adecuado que no manche la ropa. También pueden colocarse pequeños trozos de esta madera entre la ropa.

–Antipolillas químicos. Suelen presentarse en forma de bolitas para colocar entre la ropa o en pequeños recipientes que se cuelgan de la barra de los armarios. Poseen un fuerte olor muy característico. Al contacto con el aire se van consumiendo lentamente convirtiéndose en un gas que mata a las polillas y a sus larvas. Los componentes más comunes de estos antipolillas son:

-naftanelo o naftalina

-diclorobenceno

-alcanfor

-hexacloretano

Como precaución, es conveniente ventilar bien la ropa que ha estado en contacto con estos productos antes de usarla y evitar inhalar los gases que desprenden esos compuestos, que han de ser utilizados siempre siguiendo las indicaciones del fabricante.

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