Pros y contras de los pavimentos de dureza media

Es conveniente su utilización en lugares que no estén expuestos a mucho rozamiento
Por EROSKI Consumer 3 de mayo de 2006

Los pavimentos suelen clasificarse en tres grandes grupos atendiendo a su resistencia: duros, medios y blandos. Las características de cada uno de estos suelos y sus procedimientos de limpieza varían según sea su dureza. Veamos cuáles son en el caso de los suelos medios.

Tipos:

– El pavimento medio por excelencia es la madera. En el mercado existen gran variedad de diseños, texturas, colores y vetas. Se puede colocar en forma de tarima, de parquet o de listones. También podemos encontrar parqué sintético, a base de resinas tratadas. La madera, respecto a su dureza, se divide en:– Blanda y resinosa, como el abeto y el pino.

– Dura y compacta, como la encina y el haya.

– Extra dura, como algunas maderas tropicales. Ej. la teka, el panga-panga y el wengué.

De corcho. Se coloca en forma de planchas y también se puede utilizar en paredes. Puede ser barnizado o natural. Es un material muy cálido y aislante, por lo que protege muy bien de los ruidos, el frío y la humedad.

Ventajas:

Son muy cálidos y decorativos, consiguen un ambiente acogedor y cómodo y se pueden combinar con pavimentos textiles.

Inconvenientes:

Son delicados y no tan resistentes al desgaste como los pavimentos duros. Su dureza es adquirida y se debe a tratamientos especiales.

Lugares de uso común:

Es conveniente su utilización en lugares que no estén expuestos a mucho rozamiento y golpes. Pero también es muy frecuente el uso de la madera en habitaciones, salones y pasillos. Para protegerla en los sitios por los que más se pasa se utilizan alfombras y esteras. El corcho, por sus propiedades aislantes, es ideal para estancias muy frías, húmedas o a las que se deba aislar de ruidos.

Limpieza:

En este tipo de suelos se debe evitar en la medida de lo posible la humedad. El agua, además dañarlos, puede llegar a diluir las colas empleadas en su colocación. Para protegerlos se utiliza un tratamiento de sellado como la cera o el barniz de vitrificación. No es conveniente la utilización de productos de limpieza, es suficiente frotarlos con un paño o mopa humedecida en agua.

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