Asacovid-19, la Asociación de Afectados por el Coronavirus, se puso en marcha el pasado 27 de marzo con el fin de apoyar y asesorar a los perjudicados por la COVID-19. Lo hizo con el respaldo jurídico de Aliter Abogados de forma altruista, que también colabora con otras asociaciones y fundaciones sin ánimo de lucro de diversa índole. Hablamos con su presidente, Juan Hita (Valencia, 1955), que acaba de perder a un familiar cercano. En esta entrevista nos explica el funcionamiento de la asociación, donde “cada uno aporta lo que sabe hacer y toda ayuda es bien recibida”.
¿De dónde surge la idea de crear Asacovid-19?
He pasado por el dolor de ver fallecer por coronavirus a mi cuñado, que cuando la OMS ya había avisado de que se podría convertir en pandemia, estaba en un viaje del Imserso en Benidorm. Era un hombre con buena salud. He visto cómo familiares de amigos también han ido falleciendo. Después, muchas personas nos han llamado porque se sienten perjudicadas y desamparadas y nos han preguntado qué podíamos hacer. Todos los miembros de la junta directiva somos afectados directos de una u otra forma; hay varios en cuarentena. Al final, decidimos crear una asociación aquí en Valencia intentando aunar esfuerzos y buscar soluciones y vías. El acta fundacional está compuesta por siete personas de distintos perfiles profesionales: administrativos, jubilados, abogados, economistas, psicólogos, etc.
¿Con cuántos asociados cuentan?
Actualmente no está abierta la inscripción de socios porque se está tramitando el registro en el Ministerio del Interior, pero estamos funcionando de hecho. Atendemos todas las llamadas, estamos construyendo la página web y dotándola de contenidos. Atendemos consultas variadas de personas que tienen familiares en residencias y no pueden sacarlos, de personas hospitalizadas por otros temas, de alquileres, de cómo tramitar alguna de las ayudas que se ofrecen… Además, intentamos aportar herramientas a nivel psicológico para intentar desde la Asacovid-19 hacer la reclusión más llevadera, así como también el duelo.
¿Las siete personas que forman la junta directiva trabajan de manera altruista?
Sí, son todos voluntarios. Las personas están un poco perdidas porque las informaciones que vamos obteniendo no sabemos cómo se aplicarán en el futuro. Se habla de moratorias en los alquileres, de aplazamientos en la cuota de autónomos en la Seguridad Social. Pero la cuota de los autónomos se sigue pagando, y los alquileres también. Muchas personas que han enfermado piensan que si se les hubiera informado de manera adecuada, no habrían ido a partidos de fútbol ni a otras reuniones multitudinarias. Aquí, en Valencia, durante la preparación de las fallas se celebraron mascletás, desde el 1 al 10 de marzo, todos los días en la plaza del Ayuntamiento. Los partidos políticos han hecho sus celebraciones porque no se consideraba que hubiera peligro.
¿Están adscritos a algún partido político?
La asociación es totalmente apolítica. Somos una asociación sin ánimo de lucro y en nuestros estatutos, además, está totalmente prohibido recibir ayuda de ningún partido político, sea el que sea.
¿Quiénes serán los grandes perjudicados de la COVID-19?
En primer lugar, está el daño personal de los que han perdido parientes. El daño psicológico que sufrimos y hemos sufrido todos. A nivel económico, el problema lo van a sufrir, sobre todo, los trabajadores, los autónomos y las pequeñas empresas. Tengo muchos años de experiencia como empresario e intuyo lo que va a pasar. Cuando termine el confinamiento, al día siguiente no se habrá solucionado el problema. La crisis será larga en el tiempo, de meses. Muchos comercios y pequeños negocios que no van a poder abrir porque, entre otras razones, no van a poder hacerse cargo de los alquileres que han acumulado o de los pagos a la Seguridad Social acumulados.
Existe una moratoria…
Está muy bien que den la moratoria, pero habrá que pagarlo. ¿Y cómo lo pagarán si no generan recursos? Se les va a hacer un acumulado insostenible. Los autónomos y las pequeñas empresas, antes de la pandemia, ya estaban sufriendo falta de liquidez. Este confinamiento los va a rematar. Pensemos en restaurantes y cafeterías. Cuando abran, ¿quién va a ir? ¿Asistiremos a estos establecimientos? El otro daño es evidente. ¿Cuánto crecerá el paro? ¿Quién podrá irse de viaje? El consumo bajará estrepitosamente y, si baja el consumo, el paro aumentará. Todos resultaremos perjudicados, todo el tejido que alimenta a la sociedad va a quedar desmontado. El grave problema será la parte económica y social. ¿Cómo y cuánto tiempo va a ser necesario para recuperarnos? Insisto, será muy largo. Y, ¿de dónde va a salir el dinero para gestionar el paro que se va a multiplicar?
¿Es tiempo de preparar el futuro con mucha reflexión?
No se trata de ser alarmistas, sino de ser realistas. La gente está muy preocupada. Queremos ayudar y dar a las personas orientación sobre cómo actuar estratégicamente para minorar los daños tanto económicos, psicológicos, jurídicos, etc. Nosotros no vamos a solucionar nada; vamos a orientar a quien lo necesite para que todo fluya un poco mejor. No sé si esta es la primera asociación que se ha creado con este fin, pero me da la sensación de que van a ser necesarias otras muchas asociaciones de este tipo. Nosotros solos no podremos dar cobertura a los problemas infinitos que surgirán. Yo animo a que se creen más asociaciones como la nuestra.
Desde Asacovid-19, ¿se están planteando cuáles serían las soluciones jurídicas más adecuadas para los perjudicados?
Estamos en ello, evaluando qué será lo adecuado para cada caso. Todavía no es momento. Aún no se pueden evaluar los daños. Nos llaman, nos piden consejo y a partir de ahí veremos nuevas vías que se pueden abrir para cada sector de la sociedad, desde lo contencioso-administrativo a las reclamaciones laborales. Todos tienen sus derechos y hay que defenderlos. Se van a cerrar muchas empresas, por lo que habrá mucho tema laboral. Habrá que ayudar a los trabajadores para que puedan recibir lo que les corresponde. Los empresarios se van a ver sin liquidez para indemnizar a los empleados. La Administración también tendrá que hacer un gran esfuerzo. Luego habrá que defender a las empresas de los bancos, que no son entidades sin ánimo de lucro, y van a tratar de cobrar.
¿Podría poner un ejemplo, por favor?
Hay cientos de ejemplos. Imaginemos una residencia privada para personas mayores. Habrá tenido que hacer grandes inversiones para adaptarse a la normativa: rampas, ascensores, habitaciones, etc. Todas habrán pedido un crédito importante que están pagando. Si en un futuro se quedan sin parte de las personas mayores, bien porque han fallecido o bien porque se las llevarán sus familiares, se van a quedar con menos ingresos y no van a poder seguir pagando el préstamo. Además, está la posible responsabilidad por el fallecimiento de internos que se tendrá que dirimir, y si se quedan sin internos, tendrán que despedir a trabajadores.
Es una reacción en cadena.
Todo está encadenado. En general, en todas las pequeñas empresas hay pólizas de crédito que han avalado con su patrimonio personal o el de su familia. Va a ser una hecatombe. A los bancos se les podrá contener un poco para pedirles compasión, pero llegará un punto en que van a reclamar. Lo que no harán es condonar deuda y las moratorias terminarán. Siento hablar así, pero tiempo al tiempo. ¡Ojalá me equivocara! Desde Asacovid-19, ahora, únicamente se está tramitando lo que no puede esperar (ayudas, especialmente), y recogiendo información para hacer perceptibles aquellos sectores a los que todavía no se les había dado visibilidad. Es momento para el duelo, y para salir de esta unidos.