Científicos europeos confirman el origen evolutivo del ojo humano

Creen que este órgano se desarrolló a partir de células fotosensitivas cerebrales
Por EROSKI Consumer 29 de octubre de 2004

En el «El origen de las especies» Charles Darwin concluye que el ojo es producto de la evolución, una teoría a menudo echada por tierra por los científicos debido a la complejidad de este órgano. Un grupo de investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular presenta ahora, en la revista «Science», pruebas del origen evolutivo del ojo humano.

Las células fotosensitivas -sensibles a la luz- de los vertebrados y de los invertebrados son diferentes, hasta el punto de que algunos biólogos han considerado la posibilidad de que el ojo surgiera en la evolución dos veces, una en cada tipo de animal. El equipo de científicos, liderado por Detlev Arendt y Jochen Wittbrodt, ha descubierto que hubo un ancestro común de vertebrados e invertebrados que poseyó ambos tipos de sistemas visuales, y que los bastones y los conos de nuestros ojos derivan de otras células fotosensitivas que estaban en el cerebro de aquel antepasado.

«No es tan sorprendente que las células del ojo procedan del cerebro. Todavía tenemos células fotosensitivas en nuestro cerebro que detectan la luz e influyen en nuestros ritmos diarios de actividad. Muy posiblemente, el ojo humano se desarrolló a partir de células fotosensitivas cerebrales. En la evolución, esas se reubicarían en lo que es un ojo y se adquiriría la visión», dice Wittbrodt. Este experto ha llegado a esa conclusión tras analizar un fósil viviente: «Platynereis dumereili», un gusano marino que apenas ha cambiado en 500 millones de años.

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