El satélite «Gravity Probe B» partirá hacia el espacio para verificar un fenómeno gravitatorio de la Teoría de la Relatividad

Comprobará si la masa de los objetos cósmicos origina al desplazarse curvaturas en el espacio-tiempo, tal y como dijo Einstein
Por EROSKI Consumer 16 de abril de 2004

Con el lanzamiento, el próximo lunes, del satélite «Gravity Probe B» dará comienzo un experimento concebido hace 45 años por tres físicos de la Universidad de Stanford, en California (EE.UU.), para verificar un fenómeno gravitatorio predicho por el científico Albert Einstein en su Teoría General de la Relatividad. En la base militar de Vanderberg (California) se ultiman los preparativos para lanzar el satélite, que tendrá 18 meses para efectuar su experimento.

Su objetivo será comprobar si, como postuló Einstein, la masa de los objetos cósmicos origina al desplazarse curvaturas en el espacio-tiempo, un fenómeno gravitatorio aparentemente imperceptible pero que los físicos de esta misión confían en medir con precisión. Con este satélite, los físicos tratarán de observar si la Tierra causa esa sutil deformación en su espacio-tiempo circundante mientras rota y avanza en su giro alrededor del Sol.

No esperan grandes sorpresas porque ese fenómeno gravitatorio ya fue corroborado con observaciones previas de la Luna, estrellas y planetas. De hecho, con dos diminutos satélites y un modelo del campo gravitatorio terrestre, Juan Pérez Mercader, director del Centro de Astrobiología, junto a físicos italianos, certificaron experimentalmente en 1998 que la rotación de todo objeto con masa cambia la geometría del Universo, curvando y arrastrando el espacio-tiempo mientras se desplaza.

La misión «Gravity Probe B» fue concebida muchos años antes y en cierto sentido llega muy tarde. Pero sus promotores y científicos ajenos a este proyecto, valorado en 700 millones de euros, sostienen que el experimento será importante para realizar cálculos directos, carentes de incertidumbres teóricas u astronómicas. El margen de error de las estimaciones del proyecto italo-español era de entre el 10% y el 20% respecto al valor predicho por Einstein, mientras que el satélite «Gravity Probe B» deberá medir ese efecto conocido con el nombre «Lense-Tirring», con un margen de error de sólo el 1%.

Interrogante centenario

El origen de este interrogante científico se remonta al siglo XIX, cuando el físico y filósofo austriaco Ernst Mach postuló que todo está unido a todo en el Universo porque la inercia de los objetos cósmicos en sus desplazamientos está en cierta medida determinada por otros objetos.

Inspirado parcialmente en ese principio, Albert Einstein elaboró su Teoría General de la Relatividad, donde describe el espacio-tiempo como un escenario donde la materia y la energía hace que los planetas, la luz o las manzanas que caen de un árbol sigan trayectorias curvas. En 1918, los físicos Josef Lense y Hans Thirring analizaron la estructura matemática de la teoría gravitatoria de Einstein y propusieron que los objetos cósmicos de gran masa que giran sobre su eje arrastran también el espacio-tiempo. El efecto sería muy sutil, ya que no excedería de una cienmilésima de grado al año.

Sin embargo, el profesor Leonard Schiff, de la Universidad de Stanford, aseguró en 1959 que podría detectarse el efecto «Lense-Thirring» en el espacio con giróscopos, dispositivos que se utilizan para estabilizar barcos, aviones y satélites. Son discos o esferas que giran rápidamente sobre un eje libre que se mantiene fijo en una dirección constante.

Posteriormente, Schiff contactó con dos investigadores de Stanford, William Fairbank y Robert Cannon, para dar cuerpo a este proyecto, que recibió su primer apoyo de la NASA en el año 1964.

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