Imagen más texto. Estos dos elementos representados y enlazados entre sí dan lugar a un valioso material didáctico para emplear en las aulas. En un momento como el actual, en el que los recursos audiovisuales son la fuente de información más atractiva entre niños y jóvenes, las infografías adquieren un importante papel como herramienta pedagógica, gracias a su capacidad para sintetizar de forma gráfica y atractiva contenidos densos y complejos.
Imagen: CONSUMER EROSKI
La infografía, representación de una información con elementos visuales y texto, no es algo nuevo. Como afirma en la Revista Latina de Comunicación Social José Manuel de Pablos, Catedrático de Periodismo y uno de los principales especialistas en esta materia de nuestro país, la infografía está presente desde la «primera unión comunicativa de un dibujo o pintura subrayada por un texto alusivo». Su utilización como recurso informativo en los medios de comunicación es una práctica habitual hoy en día. Los medios recurren a la infografía para facilitar a sus lectores la comprensión de los hechos o situaciones que relatan, de un modo más gráfico y visual que el «puro texto».
La infografía ha estado presente de forma habitual en los libros de texto escolares
Pero sus usos no se limitan al ámbito comunicativo. En educación, la infografía ha estado presente siempre de forma habitual en los libros de texto escolares para completar los contenidos curriculares y presentarlos de una manera más atractiva a los alumnos, o en forma de láminas ilustrativas que se colocan de manera estratégica en distintos espacios de las aulas. Su potencial es claro y es una herramienta didáctica muy apreciada entre los docentes, sobre todo, para quienes imparten áreas de conocimiento más complejas en las que la imagen adquiere un papel determinante para la comprensión de los contenidos.
Las infografías son eficaces para transmitir todo tipo de información. Se puede acudir a este recurso para establecer comparativas entre espacios o situaciones, para narrar la evolución de un hecho concreto, para representar de forma gráfica los componentes o estructura de determinado elemento o para ubicar la información en espacios físicos o geográficos. Sus características facilitan a los estudiantes la apreciación del contexto que rodea a los contenidos académicos y les sirven como guía para aplicar después importantes métodos de estudio como el resumen o la síntesis.
Formatos digitales
Con los nuevos formatos digitales, las imágenes y el texto cobran movimiento y se completan con elementos sonoros
En la actualidad, se recurre a esta herramienta en los centros escolares con más frecuencia. Los avances tecnológicos han permitido crear nuevas formas de representación infográfica digital que incrementan la funcionalidad y eficacia de este recurso. Con los nuevos formatos digitales las imágenes y el texto cobran además movimiento e incorporan elementos sonoros que dinamizan la información y la hacen más atractiva para el estudiante.
La digitalización ha permitido también que no haya límites de espacio para las infografías, que pueden abarcar toda la información que requiera y avanzar poco a poco en su exposición sin saturar al alumno. Otra de las ventajas que adquiere este formato es la integración de elementos que faciliten la interactividad del lector, para que él mismo dirija su aprendizaje en función de sus necesidades.
Infografías en la Red
En la Red se pueden encontrar distintos sitios recopilatorios de interesantes infografías estáticas y multimedia para utilizar como recurso didáctico dentro del aula. Estos son algunos de los más completos: