La reforma de los libros de texto para adecuarlos a las nuevas enseñanzas previstas por la Ley Orgánica de Educación (LOE) supondrá para las editoriales un gasto adicional de 160 millones de euros en tres años, según cálculos de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza, ANELE.
Este coste está calculado para el conjunto de todas las editoriales que publican libros de texto de educación no universitaria, ha afirmado Mauricio Santos, presidente de ANELE.
Así, Santos opina que los libros han de rehacerse totalmente y cree que no se puede «aprovechar casi nada de los libros actuales».
Según el presidente de ANELE, la LOE supone un cambio significativo en la concepción de los libros porque se introduce un elemento «muy novedoso», la supremacía de los conocimientos básicos como el dominio de la lengua hablada, escrita y leída, de las matemáticas y de una lengua extranjera y, sobre todo, aprender a aprender, lo que «modificará el planteamiento de los libros».
