¿Cómo sé si mi perro está sordo?

Un fallo en la compleja máquina del oído del perro desencadena la sordera
Por Eva San Martín 30 de enero de 2012
Img perro orejas
Imagen: lindyi

El secreto de la extraordinaria capacidad auditiva del perro se esconde en una máquina casi perfecta: el oído. Un can puede percibir sonidos de hasta 60.000 hercios frente a los 20.000 hercios que escucha el hombre. Pero a veces la máquina se atrofia y el animal deja de oír. Incluso hay perros más propensos a ser sordos que otros: les ocurre a los de pelaje blanco. ¿Cómo darse cuenta de que el perro está perdiendo capacidad auditiva? Algunas pruebas y consejos caseros ayudan a descubrir la pérdida de audición de nuestro can.

«Mi perro Tom ha dejado de acudir a la puerta cuando llego a casa. Me preocupa, porque antes celebraba mi llegada con saltos nada más entrar en casa». «Mi perra se ha vuelto muy dormilona y le cuesta despertarse aún cuando todos los demás ya llevamos un buen rato haciendo ruido». Éstas son algunas de las consultas que los dueños de canes hacen al veterinario preocupados ante un repentino cambio de comportamiento de su perro. Algunas personas relacionan la apatía de su mascota con la edad. Otros con un simple aburrimiento provocado por la rutina. Pero no siempre tienen razón.

Muchas de estas alteraciones de la conducta tienen una explicación más física que emocional: se trata de la sordera. Los perros sordos, o con importantes mermas auditivas, dejan de reaccionar ante sonidos que antes llamaban su interés, o tienen dificultad para identificar el origen de un ruido. Estos comportamientos pueden estar avisando de la pérdida de oído de un perro.

Una máquina de oír casi perfecta

El oído es responsable de la extraordinaria capacidad auditiva del perro: un can puede percibir sonidos de hasta 60.000 hercios frente a los 20.000 hercios que alcanza a escuchar el hombre.

Cuando un perro sufre sordera ladea la cabeza y puede sufrir caídas
Los perros suelen distinguir también mejor los sonidos graves.

El oído de un perro tiene tres partes: una externa, visible, que es la oreja del animal. El oído medio, que conecta la oreja con las partes profundas, sirve para proteger al animal de los sonidos excesivos. Y el oído interno: un conjunto de conductos y cavidades rellenas de líquido que le confiere al animal la capacidad de oír, pero también de guardar el equilibrio. Cuando un perro ensordece ladea la cabeza y puede sufrir caídas.

Un can percibe dos veces cada sonido emitido: una por cada oído. El efecto es muy parecido al fenómeno del eco cuando las ondas sonoras rebotan en una superficie. «Esta duplicidad solo desaparece cuando la fuente que los produce se encuentra por delante o por detrás del animal», explica la educadora canina Leticia Navas.

El peculiar movimiento de orejas de un perro ante un ruido nuevo, como si fueran una parabólica, tienen que ver con esta percepción doble de la vibración, «Si se mueve la fuente del ruido o si se mueve el perro, el sonido siempre llegará primero a uno de los dos oídos. De esta forma el animal puede averiguar el lugar exacto donde se originan las ondas sonoras», añade la educadora canina.

Las sorderas congénitas son frecuentes en perros de pelaje blanco
Cuando falla la compleja máquina del oído, el animal deja de recibir las vibraciones de forma adecuada. Y aparecen los primeros síntomas de la sordera.

Clases de sorderas

La sordera de un perro puede ser temporal, provocada por alguna infección. Cuando la contaminación por patógenos se agrava, la discapacidad se hace crónica. No todas las sorderas son por contaminaciones. La presencia de un tapón de cera en el oído también conlleva mermas auditivas temporales, en este caso debidas a una higiene escasa del animal por parte del dueño.

Algunas lesiones y enfermedades son responsables de otras pérdidas auditivas permanentes, mientras que la vejez desencadena una reducción paulatina de la capacidad del perro para oír ciertos sonidos. La detección temprana de este tipo de sorderas, así como una limpieza habitual del animal pueden evitar que se agraven.

Pero el tipo de sordera más frecuente en perros son las hereditarias, las que se esconden en los genes del animal. «La discapacidad auditiva por anomalías en el material genético es la causa más común de sorderas en perros», señala Navas.

Los cachorros sordos muerden de forma excesiva sus juguetes
En cierto modo, la ausencia de pigmentos en la piel merma la capacidad para oír. «Si existe piel sin pigmento en el oído interno, las terminaciones nerviosas se atrofian y mueren durante las primeras semanas», explica Navas. Esto explica que las sorderas sean frecuentes en los perros de pelaje blanco.

¿Oyes esto?

Para detectar una sordera a tiempo, se puede echar mano de algunas pruebas caseras sencillas. El dueño puede hacer ruidos con un objeto que sea familiares para el can, como uno de sus juguetes (si son sonoros) y esperar su reacción. El ruido de un manojo de llaves o hacer sonar una campanilla sirven para discernir un problema auditivo. Otros especialistas recomiendan hablar e ir aumentando el volumen hasta captar la atención del perro. Ante cualquier sospecha de deficiente capacidad de atención lo mejor es hacer una pronta visita al veterinario.

Alerta en los cachorros sordos

Los cachorros sordos tienden a morder de forma excesiva cuando se divierten, puesto que no oyen los lamentos de sus compañeros de juegos. Existe otra señal de alarma a la que atender en las crías que, se sospecha, sean insensibles al ruido: el perrito no se despierta para mamar con los gritos de sus hermanos, y necesita ser empujado por la madre u otro cachorro para despertar.

Consejos
  • Mantenga al día la higiene auditiva de su perro.

  • Haga pruebas en casa con objetos sonoros.

  • Los perros de orejas largas necesitan airear sus canales auditivos mientras duermen.

  • Los cachorros sordos muerden de forma excesiva sus juguetes; y se muestran dormilones.

  • Visite al veterinario ante la sospecha de que su perro pierde capacidad de oír.

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